Qué pasaría si le digo que confíe y tenga la certeza de que las condiciones en las que actualmente vive cambiarán para bien en… ¡15 años!Ese lapso, con sensación a cadena perpetua, fue lo que exhortó el pasado fin de semana en Nueva York el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon en la reunión sobre “Igualdad de Género y Empoderamiento de la Mujer”. Ante 80 líderes de todo el mundo se formalizó el compromiso de que esto suceda antes de 2030.¿Dónde se imagina que esté el Presidente mexicano Enrique Peña Nieto? o el cubano Raúl Castro, que para ese entonces tendría 99 años.Los esfuerzos internacionales que invitan a trabajar por erradicar la discriminación femenina tardan en hacer eco en naciones como la nuestra, donde los estereotipos, machismo y misoginia, persisten como elementos activos de una sociedad a la que le sigue costando reconocer, aceptar los pasos que muchas han dado y respetar la sola presencia de la mujer.Y no es un asunto de competencias, ni de quién es el más fuerte. Se trata de reconocer el trabajo y entrega que a diario realizan mujeres sin necesidad de esforzarse para conseguir lo que cualquier hombre puede obtener. Ni siquiera deberían existir las llamadas “cuotas de género”, una forma de pedir y respetar un espacio a manera de exigencia.Raúl Castro defendió su posicionamiento diciendo que la representación de las mujeres en los parlamentos mundiales sólo alcanza el 22% y que a pesar de eso en su país, casi la mitad del poder legislativo lo integran mujeres.El reconocimiento por la igualdad comienza incluso por las mujeres mismas. En el ámbito político y quizá en otros, no todo es el estereotipo basado en la “suertuda” que tuvo a bien relacionase con un político, escalar posiciones, mantenerse y seguir subiendo por ese motivo. Existen mujeres que acumulan experiencia y talento por la carrera que han emprendido por años. Ese es el verdadero atractivo que debe respetarse y mantener cerca de cualquier administración pública… para empezar a poner el ejemplo y no nada más que quede en un bonito discurso.Peña Nieto trajo la tarea de instrumentar medidas a favor del empoderamiento y en contra de la desigualdad, labor que deberá empezar en casa “invitando” a su señora a racionar las apariciones en revistas del corazón que caen como escupitajo en la cara de los 51 millones de pobres que según CONEVAL tiene el país.Y para el resto de los servidores públicos que se estrenan en próximos días a la cabeza de administraciones, la respuesta está en la limitada participación de mujeres que integran sus equipos.Si encuentra un banquito, siéntese a esperar.