Aunque parezca extraño, es una institución social que hoy se ve amenazada por la desintegración, la ruptura, la violencia, el desinterés y el descuido.Entre muchos de los factores que afectan a la familia es lo insoportable que resulta convivir en un ambiente que ya no es atractivo y acogedor.Desde luego que hay muchas familias que sí logran compaginar una sana convivencia y una deseable y agradable relación que también motive a desear estar unidos y a compartir muchas cosas de la vida diaria.El individualismo es el arte de querer hacer todo sin que los demás se metan en tu vida, es querer decidir las actividades diarias sin tomar en cuenta la opinión o necesidad de los demás. Soy yo y nada más, convivo con ustedes, pero ni quiero que se metan conmigo ni yo con ustedes. Así de fácil. No me digan qué hacer, ni me quieran obligar a nada que no sea supervisado por mi muy particular manera de pensar.Así, en una sociedad que cabalga velozmente hacia un creciente individualismo, se vislumbra difícil sostener el ambiente de familia, que precisamente camina en dirección opuesta, pues el hogar reclama tolerancia, aceptación de los demás e inclusión en tu vida, respeto, pero con un ferviente compromiso por las tareas en común. Exige que compartas y des de ti lo más que puedas, que rompas el egoísmo con un carácter dedicado y dócil a las responsabilidades de todos.La familia es una escuela para vencer el egoísmo y levantar el estandarte de la colectividad, por encima del individualismo.Pues a pesar de esta noble misión, el individualismo montado en el egoísmo, van adelante en la tarea de gobernar las emociones sociales.Por eso, en este inicio de año invitamos a nuestros amables lectores a reflexionar sobre la importancia de la familia, de su maravilloso empeño por enseñarnos a vivir, con alegría, nuestra vida diaria y a sacudirnos los males que la destruyen. Que junto a la violencia, el individualismo hacen un veneno difícil de frenar.Cuida el ambiente positivo en tu familia.
