Seguramente hay buena voluntad y hasta intención por parte de los gobernantes de México, Estados Unidos y Canadá, vinculados por el Tratado de Libre Comercio y fronteras donde se conjugan intereses recíprocos; ahora con carácter exponencial por la globalización tecnológica. En ese contexto sobresalen los recursos naturales cuyo aprovechamiento reclama la conjugación e integridad para logar competitividad; causa y consecuencia sobradamente expuesta en la nombrada Reforma Energética que conlleva al análisis de oportunidades y riesgo consignado en la historia de los últimos quinientos años: Primero con aprecio de y por Europa con posterior incorporación Estados Unidos. El recurso humano es, indudablemente, exigencia del mayor aprecio en el contexto de la línea terrestre, divisoria, de tres mil 200 kilómetros más los marítimos donde la migración es motivo de permanente atención adicional al intercambio de productos para la economía y también aquellos conducentes a la ilegalidad, como son armas y estupefacientes, puesto que a los litorales coinciden poderosos intereses. En este sentido las reformas migratorias tienen un desempeño determinante para la fluida relación. Narcóticos: producción, distribución y consumo constituyen un tema tan insoslayable, como inacabado. Así mismo son el armamentismo y la seguridad conducentes a violencia con sus derivaciones como la autodefensa que se hubiere de justificar, mas no como sustituto de diálogo y las expresiones constituyentes de la racionalidad, que debería surgir de la ideología con propuestas responsables de partidos políticos cuya ocupación privilegia el protagonismo hacia el proceso electoral planteado en su etapa intermedia a 16 meses vista. Las circunstancias acercan al pensamiento de Octavio Paz, eventualmente contradictorio y finalmente certero en su juicio al carácter mexicano fincado en ineludible origen, valores y principios arrojando consecuencias de las que somos herederos y partícipes más de ciento diez millones de mexicanos. El fatalismo conducente a la desesperación no siempre ha superado y menos aún sustentado, la positiva rebeldía encauzada hacia eficaz empleo de inteligencia y tenacidad; aquí y ahora con el respetuoso recuerdo del insigne profesionista, maestro e innovador: Jorge Matute Remus. Así como no podemos ser sólo espectadores, tampoco esperemos recates milagros y mucho menos ajenos a los intereses propios de cada país. La reunión de los mandatarios ocurrida en Toluca, Estado de México: Peña Nieto, Obama y Harper, tiene un carácter conciliador con eventual intercambio de responsabilidades. El costo es inteligencia aplicada al conocimiento contemporáneo exigente de esfuerzo cerebral más que físico; intercambio de recursos con espíritu de servicio a causas comunes, incluida la educación, antes de caer en el servilismo. Los elementos de nutrición al cerebro, hoy están el ciberespacio empleado con acierto y asertividad. La juventud tiene la acción y los adultos la experiencia. Dios nos guarde de la discordia.
