“En derecho primero hay que ser y luego parecer”, palabras más, palabras menos, así reza la frase muy conocida entre profesionistas y actores de los procesos judiciales, cuando en unas líneas se intenta describir a los abogados y sus distintas actividades. La frase supone que el ejercicio del derecho requiere como premisa fundamental el conocimiento, la experiencia, la capacitación y luego la imagen que le dé soporte y solemnidad a los diferentes eventos jurídicos que invariablemente traen aparejadas repercusiones formales. El Poder Judicial del Estado de Jalisco vivió la semana pasada una de sus más memorables etapas, al recibir de manos del propio titular del Poder Ejecutivo las instalaciones de lo que será la sede de la actividad jurisdiccional jalisciense. La Ciudad Judicial, como también se le ha llamado aquí y en otras entidades federativas que ya cuentan con proyectos similares, albergará cuando esté totalmente concluida, a los juzgados de primera instancia de la Zona Metropolitana de todas las materias a excepción de los juzgados penales, que por su dinámica especial deberán permanecer ligados a la zona del complejo penitenciario. En el nuevo edificio se ubicarán también las salas de juicio oral que en un corto plazo habrán de ser indispensables para el desahogo de distintos procedimientos judiciales, según lo disponen las reformas a la constitución publicadas en 2008 y que tendrán plena vigencia antes del año 2016. Este moderno complejo también podría ser eventualmente sede operativa del Supremo Tribunal y cuenta con posibilidades de crecimiento para albergar incluso a los Tribunales Administrativo y Electoral, así como al Instituto de Justicia Alternativa. Es decir, al paso del tiempo concentraría los servicios públicos de justicia en todas sus modalidades, lo que indudablemente tiene muchos beneficios para la sociedad jalisciense que en un mismo espacio tendría a la mano la posibilidad de tramitar cualquier asunto. La adecuada disposición de su distribución arquitectónica y las bondades de su ubicación que tienen proyección de futuro, también las compartió la justicia federal que optó por construir muro con muro un edificio que concentrará a los juzgados federales de distrito y a los tribunales unitarios y colegiados de circuito, con lo cual en la misma zona se tendrán los servicios de justicia local y del fuero federal. Más allá de los servicios complementarios que se compartirán, lo que mejor alienta las buenas expectativas que se fijaron en estos proyectos, es el deseo conjunto por ofrecer a los usuarios instalaciones dignas, adecuadas y con espacios transparentes que fomentan la confianza ciudadana en las instituciones de justicia. Hoy más que nunca, la justicia en Jalisco está preparada para hacer frente a los retos que genera la dinámica social propia de nuestras comunidades, cuenta con personal altamente capacitado, con experiencia y madurez para el ejercicio de esta importante actividad pública y con la Ciudad Judicial a punto de su conclusión, se prepara ahora para parecer.
