Plantear nuestros problemas es parte de la solución, saber en dónde estamos parados nos da la seguridad de que todo puede mejorar. Las grandes calamidades que afectan a México, son las desgracias que hemos conseguido por la forma en que nos hemos comportado, somos la causa de nuestras desgracias pero somos los dueños de nuestro destino; lo que necesitamos en analizar nuestra situación y estudiar las medidas que debemos tomar para abatir las calamidades que padecemos: Delincuencia, corrupción, pobreza y devaluación son las grandes calamidades que nos aquejan, de atención urgente, además de otras desgracias que también debemos atender, que no son menores, que no deben soslayarse, como; la ignorancia, la emigración, la impunidad, entre otras.La delincuencia, definida como el conjunto de delitos en contra de la sociedad, va ganando terreno a las autoridades que elegimos y pagamos para que nos protejan; ya se ha dicho en distintos foros; “si no pueden, renuncien”. De una u otra forma todos hemos sufrido ataques de la delincuencia contra nuestras personas o nuestro patrimonio, o por lo menos, sabemos de alguien conocido que lo ha sido. En algunos países se ha llegado a la desesperación, al grado de que el Presidente de Filipinas Benigno S. Aquino III, declaró que está dispuesto a hacer una limpieza matado a 3 millones de drogadictos para dejar un mejor país a las nuevas generaciones. Aunque lo llamen el Hitler de Filipinas por hacer otro holocausto.La corrupción, contra la que decretó todo un Sistema Anticorrupción el Presidente Peña Nieto, se ha tomado con desgano para su implementación porque los que deben combatirla son los mismos que la están generando. Con 100 mil firmas se puede pedir a la ONU que integre un organismo autónomo para combatirla.La devaluación se debe a la fragilidad de nuestra economía por los malos manejos que han hecho el actual gobierno y los anteriores, endeudando al país en exceso y mal gastando el dinero. Una buena medida para fortalecer nuestro peso sería reducir burocracia y sus percepciones y el ahorro aplicarlo al pago de la deuda.La pobreza se combate con creación de empleos y leyes fiscales que promuevan el crecimiento de la economía y estimular la paternidad responsable para evitar la proliferación de hijos que no se pueden educar ni mantener.La ignorancia se combate con una reforma educativa que reestructure los planes de estudio: eliminar la historia patria llena de mentiras y otras materias superfluas y enseñar civismo, idiomas, tecnología y matemáticas. Se debe tomar en cuenta los avances de la tecnología. Ahora cualquier duda la contesta Google.La emigración creando una barrera en las fronteras norte y sur de empresas manufactureras que crezcan con estímulos fiscales y paguen buenos sueldos al personal.En cuanto a la justicia, se ha degradado su aplicación, se vende al mejor postor y es causante de la impunidad; se requiere de una severa limpieza del poder judicial y una reestructuración que genere confianza.Son muchas nuestras calamidades pero ninguna que no tenga remedio, hay que ser optimistas.