En el partido del pasado sábado 28 de noviembre, entre los Tigres de la UANL y los Jaguares de Chiapas, se vivió un choque de estilos. El atrevimiento e imprecisión de los del sur frente a la mezquindad de los del norte.La creatividad sin que se tomaran las decisiones adecuadas, contra la destrucción. Un intento de futbol total frente a uno mutilado.Reconozco la generosidad en el esfuerzo de los Jaguares a pesar de las carencias de sus jugadores, pero redoblo mi admiración por la afición de los Tigres que siempre apoya a pesar de tener un equipo timorato, tacaño en su funcionamiento y por demás aburrido.El León se enfrentó con sus limitaciones y eso engrandeció la franquicia del América que cuenta con jugadores sin complejos.Lo que demostró el partido entre los Pumas de la UNAM y los Tiburones Rojos del Veracruz, es que los del Pedregal no tuvieron presencia por las bandas, abusaron de los trazos largos para un Fidel Martínez, Eduardo Herrera y Sosa que parecían impotentes por la falta de respuesta colectiva y, sin claridad y calma en la definición, a pesar de que lo intentaron en muchas ocasiones.En el encuentro de Toluca frente a los Camoteros del Puebla, se comprobó que no importa tener diez o nueve hombres detrás del balón; jugar con diez hombres complica el partido porque el único objetivo se convierte en defender y se olvida todo lo demás. Para eso, diez hombres son muchísimos. Si a usted le cuentan que Toluca ganó el partido, no haga caso; perdió el Puebla.Después de ver estos cuatro partidos me viene una pregunta: ¿qué es lo que disfrutan los aficionados con la mencionada y publicitada Liguilla?Seguramente las catástrofes no confirmadas; al fin y al cabo a la gente le gusta el futbol como espectáculo y esto es como el sexo: hay personas que disfrutan el sadomasoquismo. Un hombre de amplio criterio lo puede entender.Ya están en la etapa de semifinales los equipos Tigres de la UANL, las Águilas del América, los Diablos Rojos del Toluca y los Pumas de la UNAM.¡Enhorabuena a estas instituciones! incluso a la de los Tigres, que supongo van a escribir mensajes contundentes. Por lo que a mí toca, adelante; soy un hombre que no soporta el aburrimiento programado, aunque de amplio criterio. Nada más.