Lunes, 21 de Octubre 2024

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* “Punto final”

Por: Jaime García Elías

* “Punto final”

* “Punto final”

Lo dijo Miguel Herrera. Lo dijo Carlos Vela:
“Punto final”…

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¿Qué sucedió ahí…? Es probable que algún día se sepa la verdadera historia de la obstinada negativa de “el mejor futbolista mexicano de la actualidad” a formar parte de la Selección Nacional,  especialmente ahora que ya se tiene el boleto para el Mundial de mediados de este año en Brasil… si es que “la verdadera historia” es diferente a la que se ha manejado: la “falta de compromiso” a que alude el técnico nacional; no estar “mentalmente al cien por ciento (…) para formar parte de este representativo”, como dice el propio Vela en el comunicado que dio a conocer ayer, después de conversar personalmente, cara a cara, con los dirigentes del “Tri”.

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Al final de cuentas, lo mismo da si es por alguna de esas causas, que si es por cualquiera de las que han difundido los sabelotodos o los grandes maestros de la intriga que han aventurado otras versiones…

El caso es que no hay vuelta de hoja, y que Vela se suma a la lista de los grandes ausentes que históricamente ha habido en la Selección Mexicana en compromisos similares: Enrique Borja, “borrado” por Raúl Cárdenas en vísperas del Mundial de 1970; el “Abuelo” Cruz, condenado a la banca por Bora Milutinovic en 1986; Hugo Sánchez, relegado asimismo a la calidad de suplente por Miguel Mejía Barón en 1984; Paco Palencia, marginado de la alineación por Javier Aguirre en 2006…

De todos esos jugadores, como ahora de Vela, se esperaba que fueran, por sus diplomas, por las llamaradas de petate con que habían llamado la atención con sus equipos en los procesos previos, los salvadores de la patria. A la hora de la verdad, como fueron discriminados por los técnicos nacionales, sus ausencias se convirtieron en el argumento supremo de los críticos para darles por mitad de la cabeza a los responsables del “Tri”.

Con Vela —ya se verá…— sucederá exactamente lo mismo.

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En una de esas, pudiera ser que la verdad de todo este melodrama estuviera ahí: en que Vela, debidamente asesorado, advirtiera que el jueguito de los dirigentes de la Selección consistía en aplicar, en Brasil, la fórmula de “Vela y diez más”, y en que su sentido de la autocrítica lo llevara de la mano a la conclusión de que su futbol no da para hacer milagros.
 

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