Ideas | * Migajas Por: Jaime García Elías 1 de septiembre de 2011 - 02:00 hs * Migajas Presumen en España, y aun puede que tengan razón, que en su Liga juegan los dos mejores equipos del mundo. Tienen argumentos sólidos para afirmarlo: los títulos conseguidos en las últimas temporadas por el Barcelona; las fortunas estratosféricas invertidas por el Real Madrid en el afán de agregar a su constelación a todas —o casi todas— las estrellas de primera magnitud que surgen en el firmamento futbolístico. Habrá, por supuesto, quienes opongan algún reparo, amparados en los diplomas, los títulos o las figuras de los Manchester United, Chelsea, Inter, Milán, Bayern Munich... o el equipo que usted, lector amable, en nombre del legítimo argumento de la simpatía, quiera agregar a la lista. * En todo caso, aun en la hipótesis de que Real Madrid y Barcelona sean los mejores equipos del mundo, lo más probable es que haya menos razones para envidiar a los habituales “dilettantes” de los partidos de la Liga española, que para compadecerlos... Se vale, para el efecto, intentar un símil: independientemente de que ninguno de ellos está incluido entre los 10, los 20 y quizás hasta los 100 mejores equipos del mundo (no obstante la desbordada imaginación de sus publicistas y la fatuidad de sus dirigentes), ¿qué pasaría si, en el campeonato mexicano, América y Guadalajara acapararan todos los títulos y, como dice el refrán, “no dejaran una ni para comadre”...? * ¿Sería atractivo un campeonato como el español, en el que desde la primera jornada se definen con nitidez dos protagonistas (el Madrid, al golear 6-0 al Zaragoza, y el Barsa, al aplastar por 5-0 al Villarreal), y todos los demás tienen que resignarse a pelear por el tercer lugar, en el mejor de los casos, y a vivir condenados a desempeñar el mediocre papel de “extras”...? ¿Tendrían sentido, en México, en la hipótesis planteada, los esfuerzos de los Cruz Azul, UNAM, Santos Laguna, Toluca, Pachuca, “Tigres” o Monterrey, digamos por ejemplos, por hacer inversiones y contratar jugadores de primera línea —a nivel casero, al menos—, a sabiendas de que el lugares de honor y el de su escolta estaban reservados de antemano para “los dos de siempre”...? * Ha de ser triste vivir así: a expensas de los cacahuates que se desparramen al romperse la piñata, cuando hay fiesta... o, en lo cotidiano, de las migajas que se caigan de la mesa de los que acaparan el pastel. Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones