Cuba está de México, en materia de futbol, como de la Tierra a la Luna.Cuba no tiene una Liga profesional. De hecho, el futbol es un deporte relativamente novedoso en la isla… aunque los cubanos, campeones mundiales de la ironía, sostienen que, tras años de hegemonía absoluta del beisbol, y merced a la influencia de los turistas y del acceso que los isleños tienen ya —a pesar de todos los pesares— a los modernos medios de comunicación, en la actualidad “El deporte nacional en Cuba, es el futbol… internacional”.*Los cubanos están al tanto de las peripecias de equipos como Barcelona y Real Madrid —esos dos, sobre todo—, tanto en la Liga española como en las competencias europeas, y dividen sus simpatías entre los dos grandes clubes ibéricos. Carecen, empero, de equipos nacionales que susciten fenómenos de popularidad como los que en México, por ejemplo, provocan los Guadalajara y América, o hasta Atlas y Necaxa o Atlante, por mencionar a clubes que han vivido alternativamente años de Vacas Gordas… y los correspondientes de Vacas Flacas.*Es poco probable que, de cara a la Copa Oro que el martes se puso en marcha en varias ciudades estadounidenses, los cubanos hayan tenido una disyuntiva como la que tuvo México cuando prácticamente se le empalmaron dos competencias: la ya señalada y la Copa América.México tuvo problemas para embarcar al jugador designado (Javier “Chuletita” Orozco) para reemplazar al “Chicharito” Hernández en el elenco para el certamen, a raíz de que su atacante más renombrado causó baja por una fractura de clavícula; el problema se subsanó mediante el trámite burocrático que permitió proporcionar al “Chuletita” un nuevo pasaporte —con la visa correspondiente— a cambio del que se extravió en la agencia de viajes.Los cubanos, en cambio, sin haber contado con una preparación física y táctica tan meticulosa ni haber realizado partidos de preparación como los que tuvieron los tricolores, llegaron a Chicago —sede del primer partido de su ronda— sin el entrenador y seis de sus jugadores; nada que signifique que esta noche vayan a jugar con seis, pero sí un indicio de que su preparación es deficiente y su profesionalismo muy precario. Su consigna está muy clara: hacer todo lo posible por evitar que México —el antiguo “Gigante de la Concacaf”— los golee.La vieja historia de David y Goliath, pues.