El conflicto —por no decir, abiertamente, la confrontación— en el interior mismo de la Iglesia, es añejo. Muy añejo. En un descuido, anterior a la Creación…-II-El síntoma más reciente consta en la edición del pasado fin de semana, de “Desde la Fe”. El semanario oficial de la arquidiócesis de México aborda el tema de las recientes reformas a las leyes civiles que, en México y en varios países más, han equiparado con el matrimonio a las uniones entre personas del mismo sexo, al otorgar a quienes las suscriben los mismos derechos y obligaciones que a los cónyuges en las uniones tradicionales. Con llamativa dureza —por no decir, abiertamente, rudeza—, el texto arremete contra las que llama “concesiones irregulares, otorgadas por torpes y miopes decisiones judiciales”. Sostiene que “la familia no puede ubicarse de forma simplista como grupúsculo formado (…) por manipulaciones de los responsables en los poderes constituidos”, y concluye que la Iglesia “defiende los valores perennes de la institución familiar”, y tiene el deber de “denunciar la irrealidad y abyección jurídica de uniones equiparadas como verdadero matrimonio”.La publicación del editorial coincide con el inicio del Sínodo de la Familia, convocado por el Papa Francisco, precedido por múltiples mensajes del Pontífice que apuntan, según muchos observadores, hacia “un giro en el timón de la Iglesia”: su negativa a condenar abiertamente a los homosexuales; su aseveración de que el divorcio no implica necesariamente la excomunión de los divorciados; las medidas que harían más expedita y accesible la anulación de los matrimonios; la posibilidad de que, durante el año jubilar, los simples sacerdotes puedan dar la absolución a los contritos que hayan practicado o contribuido a algún caso de aborto…-III-Dos libros recién publicados fijan una posición radicalmente opuesta a la aparente apertura papal: “Once cardenales hablan sobre el matrimonio y la familia”, firmado por otros tantos “príncipes de la Iglesia” inflexibles en la ortodoxia, y “Permanecer en la verdad de Cristo: matrimonio y comunión en la Iglesia”, escrito por otros cinco prelados…José María Castillo, jesuita, a quien el Papa considera su maestro, sostiene que más de la mitad de los miembros de la Curia —el gobierno de la Iglesia—, reprueba el aperturismo de Francisco… Reeditarían, pues, las confrontaciones entre reformistas y contrarreformistas registradas en todos los concilios. Reeditarían, también, del “Non serviam” con que Luzbel, supuestamente, dejó constancia de su rebeldía…En resumidas cuentas, “Nada nuevo bajo el Sol”…