Normalmente, el tema de la Romería a Zapopan debería archivarse hasta el año próximo. Una vez hecho el recuento acostumbrado —rutinario, se diría— del número de asistentes y las toneladas de basura recogidas de la vía pública al término del evento, lo conducente, como quedó apuntado, es desentenderse del mismo… hasta que el calendario obliga a ocuparse de los preparativos de la siguiente edición. Cuando no ha sido así, se ha debido, por desgracia, a algún incidente lamentable; alguna vez, por ejemplo, que una reyerta entre pandilleros, la noche previa a “La Llevada”, en pleno centro de Guadalajara —frente a la Presidencia Municipal y la Rotonda, para ser exactos— dejó un saldo trágico del que vale más no acordarse.-II-Esta vez, en cambio, hay un feliz motivo para el “recalentado”. Se trata de la posibilidad de que esa tradición inveterada, peculiar de la Zona Metropolitana de Guadalajara, donde el 12 de octubre —“decíamos anteayer”, con la venia de Fray Luis de León— “obliga ‘La Llevada’ y no se puede trabajar”, se incorpore al inventario de usos y costumbres identificados con la mexicanidad, que han tenido el reconocimiento de la UNESCO como “Patrimonio de la Humanidad”.La promoción en ese sentido ya se ha formalizado. Aunque la maquinaria burocrática es lenta (y el ciudadano lo sabe), la Unidad de Extensión y Patrimonio Cultural de la dirección de Cultura de Zapopan ya la puso en marcha (primera instancia) desde el año pasado, al gestionar ante el Instituto Nacional de Antropología e Historia (segunda) el apoyo del Gobierno federal (tercera), al efecto de solicitar a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) conceda a esa celebración el rango de Patrimonio Cultural Inmaterial Mundial.De prosperar la iniciativa, la Romería—“La Llevada”, para los tapatíos químicamente puros— se agregaría a tradiciones como (vayan unos cuantos botones de muestra) la Guelaguetza de Oaxaca, la ceremonia de Los Voladores de Papantla, las pirecuas o la celebración de la Fiesta de los Muertos de Janitzio en Michoacán.-III-Al margen del llamado —recordado anteayer aquí mismo— del papa Juan Pablo II para que en la Romería hubiera menos jolgorio y más piedad (dicho con otras palabras, por supuesto), la resolución de la UNESCO, de llegar a producirse, para una Guadalajara que hasta ahora sólo tiene al ex Hospicio Cabañas en el honroso catálogo del Patrimonio Cultural de la Humanidad, sería un estimable premio de consolación.
