Un simple que oyó decir al Presidente Municipal, Enrique Alfaro Ramírez, que, con el tiempo y el consabido ganchillo, el Centro de Guadalajara será “el más bonito de México”, no resistió la tentación de preguntar:—¿Y por dónde van a empezar a demoler el actual…?-II-No es la primera vez, en la actual administración, que se suelta, a voz en cuello, ese reto. Se trata, de hecho, del siguiente paso, en la lista de proyectos de los actuales gobernantes, a partir del que ya se dio, trascendental e histórico, esta misma semana… Una vez cumplido al pie de la letra el anuncio de que el Primer Cuadro de la ciudad sería liberado de la presencia de los vendedores ambulantes que –con el respeto que todos y cada uno de ellos merecen como personas— habían degradado la zona, convirtiéndola en un mercado callejero que proyectaba una desagradable imagen de promiscuidad, suciedad, desorden y, al final de cuentas, anarquía (es decir, falta de autoridad), puede pensarse, en efecto, en tomar medidas para darle otro rostro al corazón de la ciudad.Ya otra vez que se habló de esa buena intención, fue menester anotar que difícilmente el Centro de Guadalajara puede ser “más bonito” que los de otras ciudades de la República dotadas de traza urbana, espacios y edificios públicos estética, arquitectónica e históricamente muy estimables. De hecho, nadie ha intentado hacer un “ranking” que distribuya rangos y clasificaciones, en ese aspecto, entre todas las ciudades del país…En todo caso, cualquiera que recuerde los tiempos anteriores a la degradación del Centro de Guadalajara —merced a la proliferación del ambulantaje—, estará de acuerdo en que a la zona que va de Catedral al hoy Instituto Cabañas, pasando por Palacio de Gobierno, la Presidencia Municipal (anacronismo arquitectónico construido a mediados del Siglo XX), el Museo Regional, el Congreso del Estado (otro anacronismo) y el Teatro Degollado, condenados a convivir con algunas construcciones modernas y unas cuantas que sobrevivieron a la ampliación de las avenidas Juárez y 16 de Septiembre-Alcalde, le queda a la medida la frase con que los puristas de la arquitectura han definido a la emblemática Catedral de Guadalajara: “Es una armoniosa colección de mediocridades”.-III-Colofón: es poco probable que el Centro de Guadalajara merezca, algún día, ser considerado “el más bonito de México”; es seguro, en cambio, que sus habitantes merecen recuperar —¡ánimas…!— el Centro bonito que alguna vez tuvieron.