Viernes, 31 de Octubre 2025

LO ÚLTIMO DE Ideas

Ideas |

- Dragón herido

Por: Jaime García Elías

- Dragón herido

- Dragón herido

Fue como pasar, sin transición, del limbo al purgatorio...

Intempestivamente, la amable rutina del preámbulo del fin de semana se alteró. Algunos, los menos, fueron testigos de los episodios de violencia, inusuales en Guadalajara y anexas, que se sucedieron en las primeras horas de la tarde del viernes: balaceras, incendio de autobuses, bloqueos deliberados de vialidades... Otros, los más, recibieron mensajes a granel por las “redes sociales” (esos océanos de información con un milímetro de responsabilidad). Mensajes cuyo común denominador era la interpretación alarmista: “Arde Guadalajara”, “Guadalajara en llamas” y similares. Mensajes que se replicaban exponencialmente y generaban una sicosis en que se fluctuaba del miedo hasta la convicción de que —por decirlo con una frases coloquial muy socorrida en esa ocasión— “el diablo se soltó”.

                                                                     -II-

Al margen de sentimientos y pensamientos que generaron, los sucesos en cuestión pusieron boca arriba, sobre la mesa, cartas que durante mucho tiempo la sociedad prefirió mantener boca abajo. Piezas del rompecabezas de la descomposición social imperante. A saber: la delincuencia organizada vive y opera entre nosotros. Los incidentes del viernes fueron los espectaculares coletazos del dragón herido, a raíz de un golpe que el ejército le asestó. El golpe fue tan sorpresivo para el monstruo como para las autoridades civiles (“a las que no se notificó del operativo —consignan las notas informativas— para evitar filtraciones”), a partir del entendido de que entre los delincuentes, la clase política y los mandos policíacos opera un muy bien aceitado esquema de complicidades. La reacción fue rápida, espectacular y bien orquestada:  claro indicio de las vastas ramificaciones que opera a voluntad el aparato criminal; de su ubicuidad; del incalculable número de sus tentáculos. Y fue tan “limpia”, además —en el sentido de que, salvo alguna excepción, ni el fuego ni las balas causaron la mortandad que en manos menos avezadas pudieron haber causado—, que su mensaje llegó con claridad a todos los posibles destinatarios: su furia se orienta contra la autoridad, a la que trata de exhibir como incapaz de ser tan “preventiva” como pretende; no contra la población civil; no contra ciudadanos inocentes.

                                                                      -III-

Episodios como los que se sucedieron el viernes enseñan que no se trata de vivir con miedo... pero recuerdan que es inexacto —por decir lo menos— que, como premio a las buenas acciones que realizamos en alguna de nuestras vidas anteriores, vivimos, aquí y ahora, en el mejor de los mundos posibles.  
 

Recibe las últimas noticias en tu e-mail

Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día

Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones