Con la finalidad de reducir los traslados que se hacen en automóvil a las escuelas de la metrópoli, y así disminuir las emisiones contaminantes, en noviembre de 2015 la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (Semadet) presentó su “Programa de Movilidad Escolar (Prome)”, una estrategia que no verá la luz en lo que resta de la actual administración estatal.El Prome, se informó en su momento, implementaría “Estrategias de Movilidad Escolar Sustentables (EMES)”, que cada plantel llevaría a la práctica según sus necesidades y entornos a través de un análisis. De acuerdo con el planteamiento original, el pilotaje del programa debía iniciar el segundo semestre de 2016, y durante los primeros seis meses de 2017 se realizarían las adecuaciones legislativas para implementarlo, ahora sí, a partir de julio de 2017, durante el ciclo escolar 2017-2018. Esto no ocurrió, aunque sí se realizó un programa piloto en 11 colegios voluntarios de la ciudad.Al respecto, el director de Gestión de la Calidad del Aire en la Semadet, Andrés Aranda Martínez, refirió que el Prome ya está listo y sólo es necesario que se cree la norma bajo la cual operarían 54 escuelas privadas y 13 oficiales; a las primeras se les exigiría el programa, al ser identificadas como las que más viajes realizan en autos particulares.El funcionario explicó que el retraso en la implementación de la estrategia se debe a que la Semadet no ha podido solventar la parte administrativa para su publicación, pues la elaboración del marco jurídico les solicita análisis y documentos específicos que hasta ahora no han sido entregados, además de que aún falta que otras secretarías, como las de Movilidad y de Educación, realicen las observaciones pertinentes.Prometió que si el Prome no se implementa antes del cierre de administración, el proyecto instrumentado quedará listo para que el arranque se realice en siguiente periodo de Gobierno, en el ciclo escolar 2019-2020.“Estamos en vista de poder instrumentarlo. Ya el gobernador publicó un acuerdo el pasado 22 de mayo; esperamos tenerlo en un periodo no mayor a dos meses y, una vez instrumentado, implementarlo en las escuelas con un número de alumnos mayor o igual a 500”. El director agregó que, de acuerdo con un estudio desarrollado en conjunto con el Instituto Mario Molina (para el cual el Gobierno del Estado invirtió 1.5 millones de pesos), se prevé que cinco años después de la implementación de los Promes en la metrópoli, reduzcan hasta 25% los agentes contaminantes del aire.Si bien la Secretaría de Movilidad (Semov) tiene identificada la existencia de los servicios de transporte escolar irregulares, también desconoce cuántas sanciones ha interpuesto en contra de ese tipo de prácticas.Gustavo Flores, director de Transporte Público en la dependencia, reconoció que en lo que va del año sí se ha sancionado a particulares que cobran por llevar a los niños a la escuela a bordo de sus autos, pero no hay una cifra exacta porque las sanciones entran a una bolsa común de multas por omisiones del transporte público en general.Es decir, que en la estadística las sanciones a esos servicios se mezclan con las que se aplican a rutas de camión, autobuses, taxis tradicionales y vehículos de Empresas de Redes de Transporte (ERT), dispositivos que son permanentes e incluyen todas las modalidades del transporte público.La discusión sobre el transporte escolar irregular tiene ya bastante tiempo en la mira de la Asociación Estatal de Padres de Familia, organización que ya ha identificado esa práctica en la mayoría de las escuelas de la metrópoli.José Luis Sánchez, presidente de la Asociación, reconoció que el servicio (que no está regulado por la Semov) es una necesidad. Y dicha necesidad es lo que ha llevado a diversos particulares a prestarlo en vehículos que, en ciertos casos, son comprados sólo con esa finalidad.Sin embargo, sostuvo que en la mayoría de los casos no cuentan con las características necesarias para trasladar a los menores, como carecer de un seguro de cobertura para ellos y no para los carros. Por esa razón, dijo, su uso sólo es responsabilidad de quienes lo contratan.Según el representante de la asociación, ya se ha identificado que los conductores no cuentan con la capacitación necesaria y los vehículos suelen llevar sobrecupo, además de no tener los cinturones de seguridad suficientes. Narró que supieron de un accidente en el que al “transporte” lo impactaron por detrás, y los niños que iban adentro resultaron lesionados.“En las mismas escuelas nos han pedido si los podemos recomendar, pero nosotros no podemos apoyarlos ni recomendarlos porque es una decisión de cada quien, el riesgo es de ellos, de exponer a sus hijos con una persona que no saben cómo conduce o cómo ofrece el servicio”, explicó.Rutas. El transporte escolar “pirata” detectado por este medio, que se publicita a través de redes sociales, opera al menos con cuatro rutas diferentes para dar cobertura a las zonas aledañas a las escuelas secundarias 14, 69, 46 y 38.Pagos. Para contratar es necesario que el estudiante viva en alguna colonia cercana, y entregue un pago mensual de entre 400 y 600 pesos durante la primera semana del mes.Identificación. Los prestadores del servicio deben saber el nombre, edad, escuela a la que acude y grado escolar del menor transportado.Demanda. Mientras más pronto se asegure el pago, mayor es la probabilidad de alcanzar cupo, ya que según las “empresas”, sólo se traslada a seis alumnos por viaje.Garantía. No se garantiza que los menores entren al plantel, pues se les deja en un punto cercano en donde el vehículo pueda estacionarse.¿Seguro? El pago incluye un seguro… aunque se precisó que éste es el que protege al vehículo, y no necesariamente a los pasajeros.Pago. Aunque en el ciclo escolar hay meses en los que sólo se acude a la escuela dos semanas, el pago requerido es completo.En cuanto termine el periodo vacacional, la Secretaría de Movilidad (Semov) prestará atención especial a la práctica irregular de transporte escolar. Gustavo Flores, responsable de Transporte Público en la dependencia, recuerda que los conductores deben contar con una licencia tipo C5, para la cual debe tomar un curso especial impartido por la Semov y pasar una serie de exámenes físicos, psicológicos y toxicológicos. Quienes sean detectados e incumplan con lo establecido en el Reglamento de Movilidad serán acreedores a una multa que ronda los 10 mil pesos.El Programa de Movilidad Escolar (Prome), presentado en noviembre de 2015 por la Semadet con la finalidad de reducir viajes en vehículos a la escuela, y con ello disminuir las emisiones contaminantes y conflictos viales, se encontraba proyectado de la siguiente forma:• Segundo semestre de 2016: pilotaje del programa. • Primer semestre de 2017: adecuaciones legislativas. • Segundo semestre de 2017: implementación de la estrategia.El proyecto buscaba generar una estrategia de movilidad sustentable de acuerdo con la necesidad de cada centro educativo, en coordinación con las secretarías de Movilidad y Educación, con asociaciones civiles, universidades y sociedades de padres de familia. Pero casi tres años después de su presentación, el programa no ha arrancado.La meta era que llegara a 54 escuelas privadas (donde se identificó el mayor número de viajes en autos particulares) y 13 públicas. Pese a ello, ya se hicieron pruebas piloto en 11 colegios de la metrópoli.La Ley de Movilidad y Transporte del Estado contempla a los servicios de traslado escolar en su Artículo 85, aunque los clasifica como “transporte especializado”. Para su operación se requiere un permiso “específico e intransferible”. Para que opere dentro de norma, el transporte escolar debe ser en un autobús especializado que tenga un itinerario y horario que satisfaga las necesidades de la institución educativa. La unidad deberá contar con tecnología de ubicación y monitoreo.Luis Fernando Álvarez (académico de la UdeG)A pesar de que el transporte escolar sí se contempla en la Ley de Movilidad y Transporte del Estado, como un “transporte especializado”, su regulación a través del Reglamento es “escueto”.De acuerdo con el académico del Centro Universitario de Arte, Arquitectura y diseño (CUAAD), eso permite que el transporte “pirata” prolifere en Guadalajara y no haya sanciones ante las omisiones detectadas.Expuso que en la Ciudad de México existen escuelas en las que el transporte escolar es ineludible y las autoridades otorgan estímulos fiscales a los padres de familia ante esa obligatoriedad.La estrategia en la capital del país, como aplicaría en Guadalajara, tiene como fin reducir la concentración de contaminantes.
