Al menos 10 especies de árboles florales engalanan las calles y avenidas de la Zona Metropolitana de Guadalajara, sobre todo en primavera.Algunas son nativas y otras provienen de otros lugares del mundo. Entre los puntos más emblemáticos donde se observan están las avenidas La Paz y López Mateos y las colonias Providencia, Moderna, Chapalita, Americana y Colinas de San Javier.Primaveras, rosas moradas, tabachines, jacarandas, galeanas, colorines, magnolias, clavellinas, lluvias de oro y cacalosúchiles florean desde antes de la época primaveral.La investigadora del Departamento de Producción Forestal del Centro Universitario de Ciencias Biológico Agropecuarias (CUCBA) de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Leonor Román Miranda, aseguró que esas especies se han adaptado a las condiciones de la metrópoli.“La mayoría de estos árboles han sido introducidos. Guadalajara tiene un clima semi cálido y muchas de ellas son de un clima tropical o sub tropical, entonces son de las que han prosperado. Las condiciones climáticas son de lo más importante para que se pueda adaptar una planta”.Los gobiernos municipales de Guadalajara y Zapopan conocen la cifra de ejemplares en su territorio, pero no los han diferenciado por tipo. Tampoco saben cuántos árboles florales adornan sus calles ni brindan un mantenimiento específico para estas especies.Sin embargo, existen árboles identificados como nativos, como un tipo de magnolia que se da en el Valle de Tesistán, señaló el jefe del Departamento de Recursos Naturales de Zapopan, Omar Castañeda. Esos árboles se pueden encontrar en el CUCBA, en el Bosque Pedagógico del Agua y algunas avenidas del municipio.“La magnolia abunda en el Norte de México y Sur de Estados Unidos, una especie que da una flor de 10 centímetros, muy aromática y emblemática, que se ha cultivado por años en zonas residenciales. Tenemos una magnolia nativa que en ninguna otra parte del mundo existe, es un poquito más pequeña la flor y es nativa del Valle de Tesistán”.Cerca de dos mil árboles florales y de follaje serán parte del Paseo Fray Antonio Alcalde, una vez que terminen las obras de infraestructura que actualmente se hacen a lo largo de la Avenida, que será peatonalizada.El titular de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Guadalajara, Luis Sube Ramírez, destacó que gran parte de estos ejemplares será floral. Entre éstas destacan la galeana, el fresno, la primavera, la parota, el arrayán, la atmosférica, el tabachín y el cacalosúchil.“El Paseo Alcalde va a llevar una gran arboleda de tabachines; en Revolución vamos a ver si rosa morada o Tabachines, porque también es importante la diversidad de especies. No es recomendable casarse con sólo una”.El funcionario municipal resaltó que el Paseo Alcalde se sumará a las zonas en las que históricamente se aprecian este tipo de árboles, como sucede con Avenida La Paz, uno de los lugares con mayor presencia de la especie amarilla primavera, que abunda desde la Avenida 16 de Septiembre hasta Chapultepec.Sube Ramírez reconoció que la dependencia municipal no tiene un plan de mantenimiento especifico para los árboles florales, que se diferencia al resto de las especies.Más de 20 mil árboles inventariadosDe los 475 mil árboles que hay en Guadalajara, la Dirección de Medio Ambiente del Ayuntamiento tapatío sólo tiene 21 mil inventariados con datos de georreferenciación, altura, forma y especie.En junio, la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (Semadet) contará con los primeros avances del Inventario del Arbolado Público Urbano de la Zona Metropolitana de Guadalajara.El proyecto comprende un área de estudio de 693 kilómetros cuadrados en el territorio metropolitano, para saber el estado de los ejemplares, si son florales, de follaje o frutales, además de su ubicación y déficit, informó el coordinador de Bosques del Fideicomiso del Programa de Desarrollo Forestal del Estado (Fiprodefo), Alfredo Martínez.“El objetivo es cuantificar bajo un mismo criterio qué cantidad de árboles tiene cada municipio, pero en la zona nada más urbana; entra Guadalajara completa, una parte de Tonalá, todo Tlaquepaque, la parte urbana de Tlajomulco y también de El Salto y Zapopan”.Este inventario, subrayó el funcionario, será utilizado como un instrumento de política publica para el manejo del arbolado metropolitano.Los técnicos que realizan el estudio se apoyan con tecnología de punta para analizar la condición sanitaria de los árboles, los riesgos que representan, si necesitan podas ligeras o extremas y si están en el lugar apropiado.“Todo este proyecto del inventario nos va a permitir hacer un programa de ordenamiento a nivel general o municipal. A cada municipio se le van a entregar sus datos, sus mapas, para que ellos, con base en las recomendaciones que les demos, tengan ya un instrumento de planeación”.Por ejemplo, los primeros resultados arrojan que Tonalá cuenta con 73 mil 420 árboles, mientras que el último reporte de febrero indicó que Tlaquepaque tiene 90 mil 73 árboles.En este documento no entran las áreas naturales protegidas ni los parques de los municipios, únicamente los árboles que están en las calles, avenidas y glorietas.Los árboles florales ocupan el segundo lugar entre los que entrega en adopción Extra A.C. a los ciudadanos, sólo por debajo de los frutales, indicó su directora, Martha Arreola Gutiérrez.“El árbol floral tiene mucha demanda, sobre todo en la época de floración. Ahorita vemos los tabachines, la primavera, no tarda la rosa morada. Cuando la gente los ve en las calles, los quiere para sus baquetas”.El personal del vivero de Extra A.C. emite recomendaciones a las personas que se llevan este tipo de árboles. No todos son para banquetas o para jardines de las casas, debido a su tamaño. La asociación recomienda los pequeños, de raíces que no dañen la infraestructura.Además de otorgar árboles a quien los solicite en el vivero, ubicado en el Bosque Los Colomos, el personal de Extra A.C. acude a colonias de bajos recursos y da en adopción a cerca de 200 árboles. Tres de cada cuatro son frutales.Cada persona se lleva una hoja técnica de las características del árbol que adoptó, para que tenga la mayor sobrevida posible. El ciudadano adquiere el compromiso de dar mantenimiento permanente a su especie, enviar fotos de su crecimiento y estado a los seis, 12, 18 y 24 meses de vida.