'Los ausentes' se sienten en el FICM

MORELIA, MICHOACÁN (22/OCTUBRE/2014).- No es cine "masticado", ni común. No es la típica película que va a impactar el verano hollywoodense, ni tampoco, la que busca atiborrar las salas. Lo que Nicolás Pereda pretende con 'Los ausentes', largometraje que presenta en el FICM, es estimular todos los sentidos.

La cinta, exhibida ayer en Morelia ante la crítica y prensa del festival, con la presencia de Edgar San Juan (producción) y Alejandro Mendoza (guión). El largometraje, una coproducción entre España, México y Francia cuenta con diálogos contados, y son los actores quienes con su cuerpo y expresiones (o la carencia de ellas) van desplegando la trama.

'Los ausentes' expone la angustia de un hombre de 70 años, que perder su humilde casa luego de que no puede demostrar que posee las escrituras. Luego de quedar sin hogar, emprende un viaje donde poco a poco desciende a la locura e incluso a encontrarse a un "yo" más joven.

Uno de los puntos fuertes de la cinta es justamente el texto sobre el que está construida, como lo reconoce Edgar San Juan, quien apuntó en encuentro con los medios de comunicación que "es un proyecto muy particular. Conociendo la trayectoria de Nicolás, le propusimos un guión muy particular. Ganó reconocimientos dentro de Imcine, y también el de reescritura de Amiens (Francia). Se lo ofrecimos a un director conocido para hacer un ejercicio que tuviera un lenguaje autoral, pero también tuviera su propio lenguaje narrativo".

Un proyecto mutable

El escritor Alejandro Mendoza explicó que la cinta siempre se pensó como “una serie de silencios cinematográficos. Detallamos mucho las acciones y los objetos, para generar las atmósferas.

La cinta es protagonizada por Guadalupe Cárdenas, quien no es actor, pero ofrece a juicio de los productores una naturalidad imposible de encontrar en un histrión profesional. Es apoyado en pantalla por el otro protagonista, Gabino Rodríguez (quien sí es histrión).

Mendoza agrega que se hizo un fuerte trabajo al lado de Nicolás Pereda para darle forma final al guión. “Yo hice el texto original, pero los productores y el director se atrevieron a arriesgarse, a mejorarlo”.

La cinta se rodó en diversas locaciones de Oaxaca, desde serranías hasta playas.

EL DATO

Sobre el filme

La película originalmente se llamaba “Cuando los caballos aprenden a llorar”. El guión, si bien fue altamente premiado, jamás estuvo cerrado a modificaciones, lo que incluyó el cambio del título.

EL INFORMADOR / FRANCISCO GONZÁLEZ