Entretenimiento | ¿Cuál es el reporte de da-ños para el bosque este año?. CIENCIA Y MEDIO AMBIENTE: Temporada de incendios en La Primavera La columna de humo negro rasgando el azul del cielo en medio de nuestras ocupaciones diarias Por: EL INFORMADOR 5 de junio de 2008 - 19:23 hs La columna de humo negro rasgando el azul del cielo en medio de nuestras ocupaciones diarias es, para la mayoría de nosotros, justo lo que representa a la vista: una distracción en el ir y venir atendiendo nuestros asuntos. “Otra vez La Primavera”, pensamos. Y no carece de cierta ironía el que nuestro afamado bosque reciba el nombre de la estación del año especialmente destructiva para el mismo. “¿Sabías que había un lago en la sierra de La Primavera?”, inquiere el doctor Roberto Maciel, investigador del centro de ingeniería Sísmica de la Universidad de Guadalajara el cual posee una suerte de tercer ojo captando un mundo impalpable para la mente no entrenada. Sucede que el bosque se hace omnipresente en nuestra vida en formas más insospechadas que otras: “Mandamos fechar fósiles que encontramos en la zona y encontramos que tienen entre siete mil y 13 mil años”, continúa. “Estudiamos capa por capa lo que hay en el interior de la tierra, y topamos con que una buena parte de ellos son depósitos lacustres (...)”. La sierra de La Primavera inició con una gran explosión: “Hubo una erupción muy fuerte, lanzando 70 kilómetros cúbicos de magma al cielo, casi en su totalidad cubriendo nuestra actual área metropolitana con jal”. A aquella barrunta le siguió el colapso, formando un inmenso lago. Lejos de decaer, la actividad volcánica continuó incrementándose los siguientes miles de años, creando la sierra de La Primavera. “La erupción más antigua es de hace 140 mil años y terminó hace 27 mil años, formando el cerro del Colli”. Así que ese gigante que nos contempla desde el poniente de la ciudad, junto al jal deslizándose por nuestros dedos al tomar un puño de tierra, proviene de erupciones volcánicas de hace miles años. La omnipresencia del bosque, desde luego, ni por asomo termina ahí: su área de influencia el aire que respiramos día tras día (para bien cuando limpia el dióxido de carbono de nuestros automóviles, para mal cuando partículas de árboles calcinados penetran por nuestra nariz). Temporal de incendios “No sé hasta qué punto han sido cíclicas esta clase de anomalías, que se disparan las cifras”, comenta José Luís Gamez Valdivia, director del Bosque La Primavera, al observar cómo este año fue más prolífico en incendios que el anterior. Según datos publicados en EL INFORMADOR, de enero a la fecha se han registrado 400 siniestros forestales, donde La Primavera representa un 10% de la superficie quemada en el Estado. En menos de un mes la Comisión Nacional Forestal contabilizó mil 725 hectáreas quemadas, representando 10% del total de la superficie siniestrada en todo Jalisco hasta ese momento. Todavía recordamos la gran serpiente negruzca del 24 de abril. La falla de uno de los helicópteros brindando apoyo aéreo contra el siniestro provocó que los brigadistas continuaran sus labores hasta la madrugada. En total mil hectáreas afectadas. Muchas escuelas cerraron sus puertas el registrarse cifras arriba de los de los 140 Imecas de PM10 (partículas de fracción respirable). Tres semanas después, un nuevo incendio esta vez provocado por una quema agrícola irregular, calcinó 725 nuevas hectáreas. Tomó más de 20 horas a los brigadistas extinguir las llamas, los cuales “padecieron la falta de víveres como agua y alimentos, ante la desorganización de las autoridades”. “Por lo general la mayoría de los incendios son superficiales”, mitiga Gamez Valdivia, acompañado por el ingeniero Alejandro Delgado Morales, quien funge como director operativo. “Son tres los tipos de incendios más comunes, que son los subterráneos, los superficiales y los de copa”. El incendio subterráneo es un escurridizo y peculiar tipo de siniestro: como las serpientes en la cabeza de la Gorgona, parece estar apagado tan sólo para volver a surgir medio kilómetro, o un kilómetro más adelante. “Afecta bastante al sistema radicular de los árboles (sus raíces) y provoca un daño irreparable, porque el sistema se deshidrata completamente, y el árbol pierde la manera de absorber nutrientes o agua; se quema la raíz, y aunque quede el árbol en pie, de-saparece”. “En el caso de los incendios superficiales” como decíamos, el tipo de incendio más común en La Primavera, “en ocasiones hasta puede ser favorable en algunas zonas. Nos ayudan a que la semilla llegue a donde hay algo de sustrato de suelo y pueda crecer y desarrollarse la planta”. Y es que en ocasiones las capas de hojarasca son tan espesas que impiden a las nacientes raíces de la semilla tocar el suelo. Finalmente nos queda el llamado incendio de copa, “que es muy raro, y en ocasiones se puede dar en algunos rodales del bosque de La Primavera, cuando hay mucha densidad de arbolado”. Nueva etapa De enero a la fecha se han presentado en Jalisco un total de 400 incendios, afectando de acuerdo a datos de la comisión Nacional Forestal a ocho mil 251 hectáreas de pastizales, siete mil 165 de arbustos y matorrales, 573 de renuevo y 676 de arbolado adulto. Esto ubica a nuestro Estado en el segundo lugar a nivel nacional con mayor superficie afectada, sobrepasado tan sólo por Coahuila cuyos daños sobrepasan las 18 mil hectáreas. El próximo 15 de junio se considera el inicio de la temporada de lluvias, con lo cual la administración del bosque corre hacia una nueva línea de acción: “Pasamos de una etapa de incendio a otra etapa de protección. Eso nos obliga a tomar acciones que estamos planteando y que pronto daremos a conocer: el proyecto de restauración de las dos áreas más grandes sinestreadas. Vamos a hacer un proyecto de restauración donde nuestro objetivo no es tan sólo reforestar de una manera superficial o política. El incendio acaba con microflora o elementos microscópicos que ayudan al árbol”. Un área boscosa luego de un incendio es fácilmente erosionada por la lluvia: “Cuando llevan un arbolito a una zona quemada, no hay nutrientes, queda muy compactado el suelo, no entra el agua, la cual luego se va a las calles”. Al bosque hay que manejarlo “Hay muchas falacias: hay muchas cosas que se han dicho que son mentiras, pero la gente de pronto se apasiona mucho a veces con las mentiras y queremos ser muy sinceros, decir las cosas tal y cual son y en un momento dado tratar de educar a la gente; no nomás informarla sino formarla”, insiste Delgado Morales con vehemencia. “El bosque no es intocable: hay que manejarlo de una forma responsable, sustentable”. Entre tanto, Jalisco se supera en un 17% el área quemada a la del año pasado. Frase: “Como dicen, en el pecado llevamos la penitencia. Se llaman incendios forestales cuando muchas veces son quemas agrícolas, quemas pecuarias, que desgraciadamente se nos van a lo forestal”. José Luís Gamez Valdivia, Director del Bosque de La Primavera por: josé langarica Temas Tapatío Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones