Jueves, 28 de Marzo 2024
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Jalisco

En un mes arrestan a 190 tapatíos ruidosos

Vecinos y centros nocturnos que exceden los decibeles reglamentarios afectan la calidad de vida de la población

El Informador

Tan sólo en febrero pasado, 190 ciudadanos fueron puestos a disposición de los jueces municipales por ruidosos, confirma Armando Aviña Villalobos, director de Justicia de Guadalajara.

La sanción por causar ruido y escándalo va de tres a seis días de salario mínimo o seis horas de arresto administrativo. Y este último es cada vez más constante, incluso más que proferir insultos contra las autoridades o agredir verbalmente a una persona: 42.2% del total de detenidos por faltas administrativas entró a los separos por “causar escándalo que molesta a los vecinos”. Apenas el 18.9% lo hizo por el consumo de bebidas alcohólicas en la calle.

La Dirección de Justicia y la Policía atienden los conflictos causados por ciudadanos y no por comercios. “Tenemos dos acciones importantes, que es la actuación que realizan los jueces municipales y los centros de mediación. A través de los juzgados municipales son atendidos aquellos asuntos que son puestos a consideración del juez por operativos de la Policía, cuando un vecino levanta un reporte”.

Ayuntamiento tapatío multa a un bar ruidoso cada dos días

El actual Ayuntamiento ha levantado 421 infracciones a establecimientos como bares y centros nocturnos por causar ruido más allá de lo permitido. EL INFORMADOR/Archivo

Por causar ruido fuera de la norma, la Dirección de Inspección y Vigilancia e Guadalajara multa a un establecimiento con venta de alcohol escandaloso cada dos días. Datos proporcionados por Transparencia revelan que desde el inicio de la administración a la fecha, el municipio ha realizado 421 infracciones y clausuras a bares, cabarets, salones de eventos, salones de baile, discotecas, centros botaneros, micheladas y centros nocturnos, así como restaurantes, loncherías, fondas y mariscos con venta de bebidas alcohólicas. Es decir, cada 48 horas la administración municipal levanta una infracción o clausura a un giro ruidoso.

El Reglamento de Giros de Guadalajara establece la prohibición de causar ruidos que excedan los 68 decibeles, desde las seis de la mañana hasta las 10 de la noche, y superiores a los 65 en el horario que comprende de las 22:00 horas a las 06:00 horas. Sin embargo muchos establecimientos ignoran la norma y cometen continuas violaciones, pues existen antros que han sido multados en repetidas ocasiones. Tal es el caso del C3 Stage, ubicado en Vallarta 1488, que fue sancionado seis veces en menos de tres años.

El foro, sede de presentaciones musicales y espectáculos, ha sido infraccionado tres veces y clausurado otras tres por tener emisiones sonoras entre los 68 y 78 decibeles. Todas entre noviembre de 2015 y diciembre de 2017, por lo que además se le debió revocar la licencia municipal.

No son los únicos, hay 26 establecimientos que concentran 82 infracciones y clausuras. Algunos por más de 80 decibeles.

Felipe González, titular de la Dirección de Inspección y Vigilancia, considera que la incidencia en el tema de ruido se debe a que los establecimientos no cuentan con instalaciones adecuadas para contener las emisiones sonoras y por el desconocimiento de los reglamentos.

“La mayoría de las ocasiones es por ignorancia del empresario, porque no sabe sobre cierto tipo de normas que debe cumplir. Muchos piensan que sacan su licencia y ya con eso”, explica al recordar que el municipio sanciona el ruido emitido por fuentes fijas y semifijas, no el bullicio. “El mayor problema son los lugares con música en vivo que no están acondicionados para tener un grupo, pues a lo mejor son terrazas o lugares abiertos que no están confinados y que no tienen un sistema adecuado para contener el ruido”.

Hace un llamado a los empresarios para estar al pendiente del ruido que emiten. Indica que deben tomar en cuenta factores como el aforo de los lugares y recomienda realizar un estudio sonométrico con una empresa especializada.

“También pueden poner puertas de cristal y reforzamiento en las paredes para contener el ruido. Ese tipo de situaciones ya las han hecho algunos lugares”.

Denuncie

Los tapatíos pueden reportar establecimientos ruidosos al 070. También en la aplicación CiudAPP.

GUÍA
¿Cómo se hacen las inspecciones?
• Ya sea por reporte ciudadano o por una revisión de rutina, los inspectores acuden al establecimiento. Según amerite la situación pueden estar acompañados de la Policía de Guadalajara o de personal de otras dependencias como Ecología.
• La medición se realiza desde afuera del negocio con un sonómetro calibrado, según las especificaciones de la Norma Oficial Mexicana, con presencia de un testigo del establecimiento. Si un ciudadano reporta que el ruido se percibe desde el interior de su vivienda, la medición se puede realizar en ese punto.
• Si de la medición resulta un nivel de ruido superior al permitido por el Reglamento de Giros Comerciales se tienen dos opciones: infraccionar o clausurar el lugar. Esta decisión se toma según el historial del negocio, si es reincidente o si el nivel de ruido es muy alto.
• Cuando se toma la decisión de clausurar el negocio, se da oportunidad a los propietarios del establecimiento de cerrar todas las cuentas. Así como de asegurar el espacio cerrando puertas, ventanas y lo que requieran. Mientras los inspectores realizan el trámite administrativo correspondiente que incluye el levantamiento del acta, entre otros.
• Una vez que estos sucede y no se encuentra nadie al interior del establecimiento, los inspectores colocan el sello de clausura, que sólo personal del municipio puede retirar una vez que se pague la multa. Si lo llegara a remover alguien más, incluye en la comisión de un delito.

El club de los 90 decibeles

Si bien el Reglamento de Giros establece un límite de 65 decibeles al ruido por la noche, hay algunos establecimientos que ignoran completamente la norma a tal grado que hacen el escándalo que quieren.

Son al menos siete establecimientos que han registrado niveles de ruido de 90 decibeles y superiores en lo que va de la administración, 35 más de lo que permite la reglamentación.

Esto equivale a que en altas horas de la noche una persona esté cortando el pasto por varias horas o al ruido de una moto promedio de forma continua.

Los establecimientos más ruidosos
Dirección  Giro   Nivel de ruido (decibeles)
Terranova 1073  Bar   100.7
Juan Pablo II 2602 Fonda 97.6
Calzada Independencia Norte 2613 Restaurante  92.7
Manuel Gómez Morín 152  152  92
Chapultepec 15 F Bar 91
López Mateos 130 C Centro botanero  90
Revolución 2246  Restaurante 87
López Cotilla 1568 Bar 86
José Guadalupe Zuno 2078     Salón de eventos  86
Volcán Tuxtla 45 Salón de eventos  85.2
El Reglamento de Giros de Guadalajara prohibe causar ruidos que excedan 65 decibeles de las 22:00 horas a las 06:00 horas. EL INFORMADOR/Archivo

En Providencia, el antro más escandaloso

El bar María Cantina, ubicado en Terranova 1073, en la colonia Providencia, se lleva la fama de ser el más ruidoso de la ciudad.

El 24 de marzo del 2017 fue infraccionado por causar emisiones sonoras de 100.7 decibeles, a pocos días de su inauguración. Se trata de la medición más alta que ha registrado la Dirección de Inspección y Vigilancia en toda la administración.

La intensidad del ruido es tal que algunas instituciones, como el Centro para la Prevención y Control de Enfermedades en Estados Unidos, señalan que el tiempo máximo que puede estar una persona expuesta a esos niveles es de 15 minutos por día, pues de lo contrario puede presentarse pérdida auditiva a largo plazo.

María Cantina abrió en marzo del 2017 y desde entonces provocó problemas. Además de estrenarse con una infracción, ese mismo año fue multado otras dos veces: el 28 de mayo y el 8 de julio. Todas por provocar ruido por encima de lo permitido por la norma, con niveles de 67 y 68 decibeles.

El 21 de septiembre de ese año publicaron en su página de Facebook que por causas ajenas a su voluntad y por cuestiones del Ayuntamiento permanecerían cerrados durante el fin de semana, aunque no se tiene registro de multa o clausura en aquella fecha.

Actualmente ya no está en operación este negocio.

Aunque pareciera que esa ubicación ya es problemática desde hace años porque un negocio que se encontraba antes en el mismo punto también fue multado por ruidoso. El 8 de noviembre del 2015 fue infraccionado por causar emisiones sonoras de 74 decibeles y el 23 de diciembre de ese mismo año fue clausurado parcialmente por registrar 70 decibeles.

La angustia de cada fin de semana

Colocar cobijas y cartón en las ventanas, ponerse tapones en los oídos. Nada es suficiente para los habitantes de Pavo 157, pues no pueden escapar del ruido durante los fines de semana. Tienen la mala suerte de vivir rodeados de bares y salones de eventos.

“Cada vez que llega el fin de semana siento una angustia terrible”, asegura Rosy Enciso, la jefa de la familia de cinco integrantes. “Me empiezo a poner muy nerviosa, me da hasta dolor de estómago de los nervios por el ruido. Tenemos bebé en casa que no puede dormir por las vibraciones de las ventanas. El ruido empieza después de las ocho de la noche, pero a las 10 de la noche ya está todo pleno”.

Rosy explica que para conciliar el sueño tiene que dormir con los audífonos conectados a su tableta o también a  su celular para escuchar música. 

“Pero a las cinco de la mañana ya tengo los oídos todos lastimados porque duermo sobre el audífono para escuchar otra cosa que no sea el ruido de las ventanas aunque cuando vibran las ventanas la verdad no hay audífonos que sirvan”.

Rosy señala que ha encontrado a personas fumando marihuana y tomando en la calle, por lo que ya le da miedo salir por las noches. También indica que las personas que acuden a los bares se estacionan sobre las banquetas.

“¿Y la autoridad municipal? Como decimos aquí en Guadalajara: ‘Pues sabe’”.

El ruido intenso puede causar sordera, zumbidos, aumento de presión arterial, estrés, inestabilidad, nerviosismo e insomnio. AP/Archivo

Puede dañar la salud

Además de robar la tranquilidad de los tapatíos por la noche, la exposición al ruido de los bares puede provocar sordera. Los establecimientos más escandalosos en Guadalajara tienen emisiones sonoras promedio de 75.3 decibeles, lo suficiente para causar daño a la capacidad auditiva.

Según la Dirección de Inspección y Vigilancia, estos establecimientos que han sido infraccionados y clausurados oscilan de los 67 hasta los 100.7 decibeles.

Por giro, los más ruidosos son los centros botaneros, que al ser multados registran un nivel promedio de 81.5 decibeles. Mientras que los más “silenciosos”, pero aún por encima de lo permitido por el Reglamento de Giros Comerciales, son los centros nocturnos, con un promedio de 69 decibeles.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), a partir de los 75 decibeles ya se considera un nivel alto de ruido que puede causar daños a las estructuras delicadas del oído interno.

El deterioro causado por la exposición a ruidos fuertes suele ser gradual. Los efectos se pueden presentar a futuro y no necesariamente al momento cuando ocurre la exposición. La persona afectada puede notarlo hasta que tenga problemas para percibir los sonidos a su alrededor.

Esto se suma a otros problemas que provocan los bares escandalosos, como la reducción de la calidad de vida de los vecinos por la falta de tranquilidad y de sueño. Así como el estrés y la angustia que pueden presentar.

En Guadalajara, la medición más alta que ha registrado la Dirección de Inspección y Vigilancia en lo que va de la administración es de 100.7 decibeles en un bar en la colonia Providencia. Esto equivale al ruido que produce la bocina de un coche o un tren subterráneo, nada más que por la noche y de forma continua.

Felipe González, titular de la dependencia, explica que en el interior del lugar puede existir el ruido que sea siempre y cuando no se salga y provoque molestias a los vecinos. 

Efectos: Sordera, zumbidos y estrés

El ruido intenso que producen los bares puede causar sordera, zumbidos, aumento de presión arterial, estrés, inestabilidad, nerviosismo e insomnio cuando se está expuesto a él con frecuencia. Benjamín Contreras Ruán, del Departamento de Clínicas Quirúrgicas del Centro Universitario de Ciencias de la Salud, explica que en ese tipo de establecimiento suelen registrarse sonidos superiores a los 80 decibeles.

“En el bar promedio hay 80 decibeles y en una discoteca 100, esto es muy peligroso si es sostenido y seguido. Si hubiera un grupo musical, esto aumenta arriba de 100 decibeles. Cuando hay esa intensidad a la persona le duele el interior de su oído, así lo percibe. Lo cansa, lo fatiga, lo enoja y lo estresa. En el oído interno tenemos unas células llamadas ciliadas internas y externas, éstas empiezan a vibrar demás y su contenido comienza a lesionarse y cuando esto es crónico, a destruirse. Cuando las células se destruyen es un daño permanente, es algo irreversible”.

Por ejemplo, acentúa que cuando hay niveles de ruido de 80 decibeles un trabajador sólo puede estar expuesto a ellos ocho horas descansando dos días a la semana. Si es a 90, tiene que trabajar solamente cuatro horas también descansando al menos dos días. Mientras que cuando se alcanzan niveles de 100, debe laborar sólo dos horas y media al día.

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