Martes, 23 de Abril 2024
VINOS. El Fevo cerró un 2017 con éxito y ahora apunta sus baterías hacia el próximo año. EL INFORMADOR / F. GONZALEZ
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El vino brota en el corazón del mezcal

La cultura del vino está creciendo en Oaxaca, imparable, vigorosa y cada vez con más fieles

Francisco González

Oaxaca. Tierra de cantera verde, cerros infinitos y de hombres y mujeres orgullosos. Dueña de una historia que se hunde en el tiempo y que persigue nuevas luces. Cuna de exquisitos sabores, donde lo prehispánico, lo europeo y lo criollo se funden en sublimes combinaciones. Y también es donde se asienta el trono del mezcal, bebida de sabor salvaje y potente efecto en los sentidos, cuyo reino en las mesas de la Entidad sureña parecía eterno...hasta que llegó el Festival del Vino.

Sí, la cultura del vino está creciendo en Oaxaca, imparable, vigorosa y cada vez con más fieles. Ya no es vista como una moda de restaurantes.

Se ha vuelto una costumbre bien sembrada en el ADN de los comensales. Y uno de los “culpables” la revolución por la uva en ese Estado es Gerardo Reyes, director del Festival del Vino en Oaxaca (Fevo), que recién celebró su cuarta edición el pasado 22 y 23 de septiembre, donde PASAPORTE estuvo presente.

GERARDO REYES. Impulsor del Fevo y enamorado de Oaxaca. EL INFORMADOR / F. GONZÁLEZ

Franco, de sonrisa amplia y apasionado por las buenas charlas de sobremesa, Gerardo también es un hombre que no le da vuelta a los riesgos. En 2014 se aventó a realizar el primer encuentro del Fevo en el Jardín el Pañuelito, en pleno Centro de la capital Oaxaqueña, convocando a 980 personas. Cuatro ediciones después, la cifra se ha triplicado.

Con sede en el Museo Belber Jiménez, hermoso edificio de corte colonial en el Centro de Oaxaca, la edición más reciente del festival mostró que el acto de disfrutar de un buen vino va más allá de servirlo en la copa. Desde catas hasta historia, pasando por la participación de bodegas internacionales, el Fevo convocó a asistentes de todas las edades (los menores, solamente a talleres). Entusiastas del vino, sibaritas, curiosos y turistas fueron testigos del milagro, al descubrir que el vino es capaz de florecer incluso en el corazón del mezcal.

Gerardo Reyes habló con esta sección sobre su relación con el vino y lo que viene para un festival que se suma a la ya gigantesca opción cultural, de entretenimiento y gastronómica que ofrece Oaxaca a los viajeros.

CASA MADERO. Una de las casas presentes en el encuentro. EL INFORMADOR / F. GONZÁLEZ

-¿Cómo comienza tu relación con el mundo del vino?

-Comenzó por la secundaria o preparatoria. Ya cuando me podía comprar una copa de vino y unos quesos para salir con la novia de paseo al campo, fue cuando me comenzó a gustar.
Siempre he trabajado en áreas de ventas, y observé que hay una oportunidad de vender vinos como algo más que el mero líquido, porque no se trata nada más de vender la botella, sino toda la experiencia que hay alrededor: el queso, el maridaje, la convivencia con los amigos. Hemos ido paso a paso.
 

-Cuando se piensa en la bebida tradicional de Oaxaca, se piensa en mezcal. ¿Cómo ha sido impulsar el vino en esta entidad?

-Ha sido muy difícil, porque aparte de que el rey es el mezcal, Oaxaca es también uno de los Estados más pobres de la República, entonces muchas veces los proveedores dicen que en Guadalajara hay tal evento, o en Monterrey venden muchas cajas, y ha sido difícil convencerlos de venir.

En 2006, cuando fue el boom del mezcal, todos los restaurantes querían vender nada más eso, así que ha sido una labor titánica venderles la idea de que tener vino también vale la pena, que también la gente se los va a pedir.

TINTOS, BLANCOS, ROSADOS. La variedad fue parte fundamental del encuentro. EL INFORMADOR / F. González

-Y ahora se los piden...

-Claro. Vinos blancos, tintos y sobre todo rosados, que les ha ido bien. Está padre porque la gente descubre que va muy bien con la comida.
 

-¿Cuáles son los mitos más comunes que te encuentras?

-Es decirle a la gente que probar tal platillo con una copa de vino vale la pena, que van a ver que es una experiencia diferente, ya sea en un restaurante como en casa, no importa. Otra cosa es que la gente confunde tomarte unos buenos vinos con agarrar la fiesta, y no. Por ejemplo, en Fevo se invitan estudiantes que vienen a escuchar lo que tienen qué decir en cada bodega, tenemos talleres de cómo descorchar la botella, cómo servir la copa, qué diferencia hay de tomar en una copa de vidrio con una de cristal. La idea es que te vayas con todas las herramientas a casa y seas un experto en vino, para que no tengas que llegar a un restaurante e irte sobre el refresco de siempre o una naranjada”.
 

-Se hablaba mucho de que el vino es una moda entre los comensales. ¿Qué piensas?

-Es cierto, en un momento se puso de moda el vino mexicano, pero ya se ha estabilizado. Ahora buscan los blancos, rosados, espumosos. La cultura del vino ha crecido, la gente ya pide producciones limitadas, ya somos muy diferentes a los años ochenta, donde era blanco y tinto y se acabó. Ahora la gente conoce mucho más.


-Hace cuatro años, comenzaste el festival en un parque público, hoy estás en un recinto más grande y mejor protegido, ¿a dónde quieres llegar?

-Puede que algún día hagamos un “mini Fevo” en la costa, pero la idea antes es consolidar la capital. Nosotros tenemos un Club del vino en Oaxaca donde se hacen catas semanales y mensuales, para que la gente asista y disfrute. Tenemos un festival muy diferente a otros lugares, no lo hacemos para causar borracheras y tampoco somos puro vino mexicano. Tenemos sobre todo mucho amor al vino, y la idea es que toda la gente pruebe la experiencia.

-Si tuvieras que definir lo que hace diferente a Fevo de otros encuentros de vino en el país, ¿qué dirías que es?
-Que es sobre todo un evento con toque cultural. Pretendemos en algún momento apoyarnos con un festival de literatura o de arte. La idea es sumar, pero siempre de la mano de vinos internacionales y mexicanos.

Prepara tu viaje

En el mundo del vino. Dale like en Facebook del Club del vino Oaxaca (@ClubDelVinoOaxaca), donde podrás enterarte de las catas en restaurantes de la ciudad y la próxima edición del Fevo. El club tiene actividades todo el año, por lo que vale la pena explorar el programa y apartar el lugar.

Para llegar. La forma más cómoda para viajar es en avión. La aerolínea Tar ofrece el vuelo directo desde nuestra ciudad además de que tienes descuento con tu Tarjeta Círculo Informador. Aeroméxico también vuela a Oaxaca, aunque hace escala en la capital del país.

El hospedaje. Vale la pena que te alojes en el Hotel Parador San Miguel (Av. Independencia 503, Centro de Oaxaca). Sus cuartos y áreas comunes son una celebración al colorido y la belleza de la cultura de ese Estado. Reservaciones al correo info@paradorsanmigueloaxaca.com o al sanmigueloaxaca@hotmail.com.
 

Presentes

1. Casa Madero.
2. Conde Villaseñor.
3. Bodega Cuatro Rayas.
4. Viña de Martino.
5. Bodegas Barbadillo.
6. Monte Xanic.