Cultura | Por Martín Almádez Itinerario Por la cultura, de lunes a viernes Por: EL INFORMADOR 8 de marzo de 2010 - 01:37 hs La discusión sobre las políticas públicas, tan en boga, permite reflexionar sobre las diferencias irreductibles entre los distintos rubros que atiende toda administración pública. En primer término, porque el intercambio de puntos de vista entre quienes discuten deja de manifiesto que el concepto de política pública -y más aún, con interés particular, de política cultural-, es diverso y en algunos casos hasta contradictorio. Donde todos convergen es en el hecho de que toda política pública, cultural o de otra índole, debe sustentarse en la aplicación de acciones programáticas, antecedidas por diagnósticos, que prevén la satisfacción de una necesidad social y el impulso para el desarrollo integral. Ante este escenario es relativamente fácil identificar políticas públicas en materia de turismo, donde, para su reactivación, se implementan acciones que incentiven la derrama económica, con la ampliación de los días de asueto al crear los fines de semana largos, de los cuales el ejemplo más cercano es el próximo lunes 15, tomado a cuenta del festivo domingo 21 de marzo. Se cubre una necesidad y se incentiva el crecimiento. Otro ejemplo es visible en el rubro del empleo, donde para abatir esta demanda, se plantean condonaciones fiscales a empresarios que preferentemente contraten a jóvenes de 18 años o a adultos mayores, con ello se responde a necesidades de sectores sociales altamente vulnerables a consecuencia de la falta de oportunidades. Ambos ejemplos destacan por su punto de interés en el bienestar social, con la generación de la economía, a partir de fragmentos sociales bien identificados y bajo un sistema medible con un resultado realista. ¿Por qué esta sistematización de las necesidades y sus instrumentos de satisfacción, no son considerados en la esfera de la administración de la cultura? ¿Por qué desde el Gobierno no es factible encontrar políticas públicas tan bien definidas y con un sistema de implementación eficiente y eficaz, el cual arroje resultados medibles, realistas y permita el desarrollo integral de una comunidad? Porque las autoridades han confundido el diseño de una política pública con la programación de actividades, aquellas que son necesarias para la celebración, el buen gusto y la gastronomía, como escenografía para el lucimiento y la aparición pública de personajes con poder de decisión. Es decir que, en comparaciones llanas con los días de la semana, a la cultura le corresponde, digamos, el sábado, día apto y natural para compartir –luego de días importantes y agobiantes- la copa y la conversación. ¿Es posible identificar hoy una política cultural instrumentada para el desarrollo integral? La cultura, por su gran eje de desarrollo humano, es garantía de una mejor calidad de vida; por la diversidad de sus manifestaciones es un catálogo inabarcable de productos inherentes a cualquier mercado y, por ende, un factor elemental para la reactivación de la economía y la instauración de un sistema laboral. Y nada más por eso y por eso nada menos, merece estar contemplada entre las cosas que suceden de lunes a viernes. Hoy más que nunca, la cultura es un asunto público, de ahí que sea preciso que la cultura forme parte de la agenda de Gobierno. Temas Itinerario Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones