El realismo mágico de García Márquez brilla en el Museo del Caribe

GUADALAJARA, JALISCO.- El realismo mágico y el mundo que inspiró a Gabriel García Márquez son los protagonistas del Museo del Caribe, inaugurado ayer en la ciudad colombiana de Barranquilla, donde el Nobel de Literatura dio sus primeros pasos como escritor y periodista.

Este museo sobre la cultura caribeña, el primero de su género, rinde tributo en una de sus cinco salas a "Gabo", el apelativo del escritor, con traducciones de sus novelas, cuentos, libros de periodismo en diferentes idiomas, sus primeras ediciones y publicaciones en revistas.

En este espacio se recrea la redacción del periódico El Heraldo de Barranquilla, donde en la década de 1980 García Márquez trabajó con viejas máquinas de escribir como reportero y columnista bajo el seudónimo de "Septimus".

Esta ciudad del norte de Colombia proporcionó al autor de Cien años de soledad inspiración literaria y la perspectiva sobre la cultura del Caribe gracias a su pertenencia a un grupo de escritores y periodistas que se hicieron llamar el Grupo de Barranquilla.

Testigos de sus años como integrante de esta agrupación de intelectuales -con sus grandes debates sobre literatura, periodismo, cine y pintura- ocupan un importante espacio en el Museo del Caribe, junto con recordatorios de las fiestas y borracheras que vivió junto a sus amigos en aquella época.

Los creadores del museo han querido aludir al taller del artista, pero sobre todo hacer un reconocimiento al oficio periodístico, la actividad que contribuyó a la formación intelectual y literaria del gran maestro de las letras.

Este espacio está asimismo dedicado a las culturas caribeñas, con "Gabo" siempre omnipresente, como en la Sala de la Palabra, donde se plasma la tradición oral y la producción literaria.

A través de proyecciones de video sobre biombos se recrea la historia de los indígenas, los mitos y leyendas que constituyeron la identidad colombiana. Además cuenta con paneles que exhiben una selección de textos de distintos autores y la "cápsula de la poesía" para escuchar versos. Las otras salas están dedicadas a la naturaleza, los pueblos y la expresión artística de la región.

Espacio de reflexión sobre el pasado, presente y futuro

El Museo del Caribe se ha levantado en un complejo de 22 mil metros cuadrados, en el centro histórico de Barranquilla. Se trata de un gran cubo diseñado por el arquitecto barranquillero Giancarlo Mazzanti y erigido en terrenos donde antes se elevaba una bodega de cerveza.

Mazzanti ha recibido distintos premios internacionales por obras como la Biblioteca España y la remodelación de la unidad deportiva Atanasio Girardot, ambas en Medellín, y su propuesta del Museo del Caribe fue elegida en un concurso en el que participaron 48 firmas de México, Argentina, Venezuela y Colombia.

Las instalaciones cuentan además con una biblioteca infantil, un salón de eventos, la cinemateca del Caribe y zonas de juego, a las que se sumará en dos meses una mediateca dedicada a "Gabo".

"La interacción con las pantallas es el elemento fundamental para conocer los procesos y relaciones históricas, ambientales y socioculturales que han configurado la diversidad del Caribe colombiano y que ahora se exponen en el primer museo regional del país", explicó su directora, Carmen Arévalo.

En sus propias palabras, la museografía, los contenidos audiovisuales y los guiones fueron creados a través de "una mirada interdisciplinaria que busca un espacio de reflexión sobre el pasado, presente y futuro con una visión contemporánea sobre la región". Un concepto, agregó, desarrollado por el brasileño Marcello Dantas.