Lunes, 15 de Abril 2024
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México

Con transfusión de plasma, cinco combaten COVID-19 en Jalisco

El IMSS prueba el tratamiento con 275 pacientes en todo el país, la hipótesis es que reduce hasta en 20% la mortalidad de enfermos, disminuye los días de estancia hospitalaria y acelera la eliminación viral

El Informador

Omar Fayad, gobernador de Hidalgo, y Hortensia tienen en común el COVID-19. El primero lo venció y donó plasma (representa 55% del volumen total de sangre). Ella salió de una etapa grave luego de una transfusión. 

El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) confirma que 275 ya recibieron plasma de personas recuperadas del padecimiento, con resultados preliminares prometedores. 

Se trata de un ensayo clínico en proceso que incluye entre 300 y tres mil voluntarios. En Jalisco ya han donado plasma 26, pero sólo cinco se han sometido al tratamiento. 

Existe una hipótesis: el uso de este plasma disminuye hasta en 20% la mortalidad de enfermos, reduce los días de estancia hospitalaria y acelera la eliminación viral.

Transfusión de plasma, alternativa para librarse del nuevo coronavirus

El protocolo de “Eficacia del plasma de donadores convalecientes por COVID-19 en pacientes con síndrome de infección respiratoria aguda grave por el virus SARS-COV-2”, resalta que hasta el momento su uso muestra resultados preliminares alentadores, por  lo que dada su accesibilidad, costo y disponibilidad, “pudiera considerarse como una opción atractiva en el tratamiento” de enfermos del nuevo coronavirus.

Debido a que no existe un tratamiento específico para el COVID-19, “y es muy baja la posibilidad de desarrollar una vacuna en el horizonte  inmediato”, existen esfuerzos  internacionales por utilizar distintas intervenciones con potencial actividad contra la enfermedad, como el uso del plasma convaleciente, antirretrovirales y anticuerpos monoclonales, entre otros.

Los objetivos específicos del análisis son evaluar el efecto de la administración del plasma convaleciente sobre el estado clínico de los pacientes, la gravedad de la enfermedad y los días de estancia hospitalaria. Y documentar los efectos secundarios asociados con la administración del plasma.

Para este tratamiento se utilizará la plasmaféresis, un procedimiento de separación celular que permite la obtención del plasma de un donador, y el retorno del componente deseado y una mayor calidad del mismo. El procedimiento se realiza en cada centro de donación participante (ubicados en Jalisco, Ciudad de México y Nuevo León), y el kit para la obtención de un volumen de plasma de 600 mililitros, el cual no deberá exceder el 15% del volumen sanguíneo total del donante correspondiente.

Algunos casos de éxito difundidos por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) son el de doña Hortensia, quien seguirá seis meses en observación tras recibir una donación de plasma y salir de una etapa grave del COVID-19. Además, trascendió en esta semana que Omar Fayad, gobernador de Hidalgo, fue el primero en donar plasma en esa Entidad. Dijo que su intención era ayudar a salvar vidas.

El IMSS también difundió que el doctor Emmanuel Avendaño donó sangre tras recuperarse de la enfermedad que mantiene una emergencia sanitaria mundial.  “Lo vi como una manera indirecta de agradecer el hecho de que mi curso clínico me haya permitido estar en casa, recuperarme y esperando que alguien que reciba el plasma, pueda tener esta oportunidad”.

Las personas elegibles para donar plasma son aquellas que se han curado del virus y se debe cumplir con la Norma Oficial Mexicana NOM-253-SSA1-2012 para la disposición de sangre humana y sus componentes con fines terapéuticos, que tiene como objetivo regular la obtención,  procesamiento y uso del plasma a través de un proceso transparente, altruista  y  seguro para donadores y receptores, mediante acciones voluntarias,  libres de coacción y no remuneradas. “Este tratamiento experimental puede ayudar  a  los enfermos al transferirles una carga importante de anticuerpos específicos contra el SARS-CoV-2 que fueron desarrollados por personas que se han curado de la enfermedad”, destaca el IMSS.

Personas recuperadas del COVID-19 donan sangre para que otros enfermos salgan de las etapas riesgosas. AFP/M. Riopa

Reduce mortalidad

Tras comenzar con síntomas graves de COVID-19, Hortensia fue internada en el Centro Médico Nacional “La Raza” de la capital del país. El pasado 27 de abril aceptó iniciar con el protocolo nacional experimental de transfusión de plasma de dos donadores recuperados del nuevo coronavirus, y el 29 de abril le retiraron el respirador. Salió de la etapa grave.

La madre de cinco hijos fue dada de alta el 8 de mayo. El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) informa que la transfusión fue clave para su recuperación,  ya que se encontraba en una situación de riesgo.

Vía Transparencia,  la institución comparte que 275 pacientes en México han recibido plasma de personas que se han recuperado de esta enfermedad. Para “verificar si la terapia realmente funciona”, el ensayo clínico abierto, en la fase tres, incluye entre 300 y tres mil voluntarios, según el protocolo de investigación “Eficacia de plasma de donadores convalecientes por COVID-19 en pacientes con síndrome de infección respiratoria aguda grave por el virus SARS-COV-2”, remitido por el IMSS. 

La hipótesis del trabajo es que el uso del plasma convaleciente en pacientes con infección aguda grave disminuye hasta en 20% la mortalidad, reduce los días de estancia hospitalaria y acelera la eliminación viral.

Para la muestra se requieren 400 pacientes, lo que significa que el avance va en 68%, de acuerdo con el mismo documento del IMSS. 

En Jalisco, una de las tres Entidades federativas con bancos de sangre, informan que han donado plasma 26 personas, pero solamente cinco se han sometido al tratamiento.

Los pacientes y sus familias tienen la última decisión

El IMSS informa por la vía de Transparencia que no todos los pacientes aceptan donar o recibir plasma,  pese a que es una intervención de un ensayo clínico controlado que se emplea a nivel internacional, la cual se ha descrito como segura. 

“No obstante, al no existir un tratamiento específico para la infección por el virus, todo potencial receptor o su familiar tienen toda la libertad y el derecho en la toma de decisión personal para aceptar la administración del plasma, previa explicación de los objetivos del estudio y la firma de una carta de consentimiento informado. Por lo anterior, se incluye sólo al paciente o familiar que así lo decidan”. 

De acuerdo con la Norma Oficial Mexicana NOM-253-SSA1-2012, el objetivo del proceso de selección de los candidatos a donar es determinar si la persona se encuentra en condiciones adecuadas para poder realizar la donación sin que existan riesgos para su salud ni para la del futuro receptor.

“Con relación al resultado de cada caso, es preciso señalar que los receptores se incluyen a un protocolo de investigación, por lo que su desenlace o resultado requiere de un seguimiento y análisis científico que permitan realizar conclusiones de la intervención. En este momento se está llevando a cabo dicho análisis y será terminado al alcanzar el tamaño de la muestra que será incluido como la población de estudio”, responde el Instituto Mexicano del Seguro Social.

Según el protocolo de investigación, a través del estudio se busca aprender sobre los posibles efectos secundarios de la terapia. Además, se  precisa que la fase tres puede durar de seis meses a tres años.

El uso del plasma de personas recuperadas del COVID-19 muestra resultados preliminares alentadores en enfermos graves. AFP/Archivo

CONTACTOS

¿Pretende donar plasma?

Banco Central de Sangre de Occidente. 

Avenida Belisario Domínguez 1000, Colonia Independencia, en Guadalajara.

Banco Central de Sangre “La Raza”. 

Avenida Jacarandas sin número, Colonia La Raza, en la Ciudad de México.

Banco Central de Sangre “Siglo XXI”. 

Avenida Cuauhtémoc 330, Colonia Doctores, en la Ciudad de México.

Banco de Sangre del Hospital de Cardiología 34. 

Avenida Abraham Lincoln sin número, en la Colonia Valle Verde, en Monterrey.

También puede enviar un correo electrónico a: 

ana.lopezm@imss.gob.mx o  llamar al 800-623-2323 en el IMSS,  donde las personas interesadas en donar reciben orientación.

Eventos adversos

  • La terapia con plasma convaleciente es una modalidad de inmunidad pasiva, la cual consiste en la administración de anticuerpos neutralizantes contra un agente patógeno de un individuo susceptible, con la finalidad de prevenir o tratar un padecimiento infeccioso secundario.
  • En contraste, la inmunidad activa, como la que se adquiere después de una vacuna, requiere la inducción de una respuesta inmune.
  • Una de las preocupaciones detectadas tiene que ver con los riesgos de esta práctica. Al respecto, en el protocolo se precisa que el uso terapéutico del plasma convaleciente como modalidad de inmunidad pasiva puede provocar eventos adversos,  ya sea el “riesgo conocido”; es decir, los asociados a la trasfusión de cualquier hemocomponente son aquellos  inherentes a la transmisión de agentes infecciosos. Y las reacciones secundarias a los constituyentes del suero.
  • “Con el advenimiento de técnicas de detección de agentes transmitidos por transfusión, el riesgo de la transmisión inadvertida de patógenos o agentes infecciosos susceptibles de generar una reacción adversa a la transfusión es bajo”, indica el protocolo.
  • Por otro lado, el evento teórico de un efecto potenciador viral dependiente de anticuerpos podría hacer al paciente más susceptible a otras cepas virales. “Sin embargo, la evidencia disponible sugiere la seguridad de esta intervención terapéutica”.
  • Otro riesgo sería la atenuación que tendría el sistema inmune del receptor al administrar una carga de anticuerpos de manera pasiva,  por lo que es importante que se les aplique una vacuna, una vez que esté disponible.

GUÍA

Aplicación en otras pandemias

  • De acuerdo con el protocolo de investigación, el plasma convaleciente fue utilizado como una intervención de inmunidad pasiva a principios del siglo XX. Se usó para el tratamiento de brotes epidémicos de infecciones virales como poliomielitis,  varicela, paroditis e influenza. La alternativa fue recomendada como tratamiento empírico durante el brote por el virus del Ébola en el año 2014, el SARS-COV, la influenza aviar H5N1 y la influenza H1N1.
  • Por ejemplo, en un análisis realizado a 93 pacientes con influenza pandémica H1N1 en 2009, se observó que 20 personas en estado crítico recibieron plasma y se redujo la mortalidad y carga viral. “Estudios descriptivos sugieren que la administración del plasma convaleciente en pacientes (con el nuevo coronavirus) permite reducir la estancia hospitalaria, reducir la mortalidad y es suficientemente seguro”.
  • Los hallazgos previos sugieren este tratamiento ante situaciones clínicas en las que no existen vacunas o medicamentos específicos. El mecanismo de acción recae en el efecto antiviral específico y eventos que involucran la inmunidad celular, debido a que la presencia de anticuerpos contra el virus puede suprimir la viremia a través de anticuerpos neutralizadores, proporcionando una inmunidad inmediata al huésped.  Y aunque la inmunidad es transitoria, permite la inmunidad activa de forma posterior.
  • En el contexto del COVID-19, la presencia del virus se  espera alrededor del día 7.  Y el paciente usualmente desarrolla  una respuesta inmune entre los días 10 y 14. Por ese motivo se considera que tendrá mayores beneficios la administración del plasma convaleciente en las fases tempranas de la enfermedad, mediante una dosis única obtenida de uno o dos pacientes recuperados.
Se ha confirmado que la vacuna británica AZD1222 y la china Ad5-nCOV producen una respuesta inmunitaria y son seguras. AP/E. Peres

TELÓN DE FONDO

Avanzan vacunas

En julio pasado se dio a conocer que dos vacunas contra el nuevo coronavirus producen una respuesta inmunitaria y son seguras. Se trata del biológico desarrollado en Reino Unido por la Universidad de Oxford en asociación con AstraZeneca, así como otro chino que recibió “luz verde” en el Ejército asiático.

La vacuna británica (AZD1222) generó “una fuerte respuesta inmunitaria”, según el ensayo realizado con más de mil pacientes. “Queda mucho trabajo por hacer, pero los resultados son prometedores”, subrayó Sarah Gilbert, investigadora de la universidad. Hasta el primer ministro británico Boris Johnson elogió  “a los brillantes y los pioneros científicos de Oxford”.

Por su parte, la vacuna china (Ad5-nCOV) fue desarrollada por  Cansino Biologics. Provocó una fuerte reacción de anticuerpos en otro ensayo en la mayoría de los 500 participantes. Si bien todavía  no comienza con los ensayos clínicos a gran escala, recibió el aval para ser utilizada en el Ejército chino.

Las dos están basadas en un adenavirus modificado que no se replica: las convierte en más seguras para pacientes más frágiles en estos momentos de la pandemia.

Sobre el tema, Hugo López Gatell, subsecretario de Salud del Gobierno federal, recordó que hay 11 vacunas en fase avanzada y 140 con otros grados de investigación.

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