Viernes, 26 de Abril 2024
REZAGO. Las últimas administraciones estatales han fracasado en el manejo de la recolección de basura. EL INFORMADOR/ARCHIVO
Jalisco

Atoran plan estatal para el manejo de la basura

Los municipios de la Zona Metropolitana tuvieron que detener el proyecto ambiental Jalisco Reduce, por causa de la pandemia de COVID-19

El Informador

Jalisco Reduce, uno de los principales proyectos ambientales del Gobierno estatal, que busca disminuir los residuos sólidos que llegan a rellenos sanitarios, se atoró por la pandemia en la metrópoli.

Los Ayuntamientos tenían varios proyectos para esta estrategia, anunciada el 17 de septiembre pasado, denominada Base Cero. Consiste en la ampliación de Puntos Limpios, un calendario para la implementación de la recolección diferenciada y la operación de centros integrales de economía circular, entre otros. 

“Toda la separación se tiene detenida para evitar mayor posibilidad de contagio (entre los trabajadores)”, respondió el Ayuntamiento de Tlaquepaque.

Flor Salgado, directora de Gestión Ambiental, Cambio Climático y Sustentabilidad de Tonalá, contestó: “El Programa de Gestión Integral de Residuos todavía no lo ejecutamos por el tema del COVID-19”.  

Por otra parte, “a nosotros nos afectó esta situación, no sólo en la parte presupuestal…”, señaló Ernesto Naranjo, director de Protección y Sustentabilidad Ambiental de Tlajomulco.  

Aunque en Zapopan instalaron los primeros 17 Puntos Limpios, aún no operan y no colocarán más en este año, indicó Juan Luis Sube, director de Medio Ambiente. 

Guadalajara reportó el mayor avance. Por ejemplo, en Puntos Limpios la actual administración recibió 173, pero proyecta cerrar con 226 sitios en 2020.

Disminuyen municipios que cumplen norma en vertederos

  • Las autoridades fallan en las normas en medio ambiente en el Estado

Al  último corte de 2020, bajó  la cantidad de municipios que cuentan con vertederos o rellenos sanitarios que cumplen las normas ambientales, elaboradas para minimizar los impactos y daños ambientales, de acuerdo con datos de la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (Semadet) de Jalisco.

Uno de los indicadores es el porcentaje de municipios del Estado que depositan sus residuos  sólidos urbanos en los rellenos sanitarios conforme con la NOM-083-Semarnat-2003. 

En 2019, el valor del indicador era de 45%, que son 56 de los 125 municipios; sin embargo, al último corte reportado, el 30 de abril, el indicador era de 37%; es decir,  sólo 46 municipios  cumplían con la norma.  

El indicador no esperaba ni superar lo alcanzado en 2019, puesto que la meta para este año permanece en 45 por ciento. 

El apartado de Transparencia de la Semadet dirige su información a otros sitios, como la plataforma Mide Jalisco o el Sistema de Información del Desempeño del Presupuesto. 

La NOM-083-SEMARNAT-2003 establece especificaciones sobre la ubicación,  los estudios necesarios (como geológicos o hidrológicos) y  las  características constructivas y operativas de los rellenos sanitarios. 

Por ejemplo,  la ubicación no debe ser en zonas protegidas, de recarga de acuíferos ni a menos de 500 metros de un cuerpo de agua, como una laguna o río. Y en la construcción deben contar con una barrera geológica natural de un metro de espesor o un sistema de impermeabilización equivalente para evitar que los lixiviados se filtren al subsuelo. 

De acuerdo con el indicador, 79 municipios de Jalisco incumplen esta norma. 

Incumplen en separar los desechos

En Jalisco tampoco mejoró el número de municipios que implementan los esquemas de gestión integral de residuos, tales como recolección diferenciada, valorización, compostaje, biodigestión o sitios de disposición final en cumplimiento, pues al corte de 2019 eran 31  y, desde entonces,  no se reportan avances. 

“Este indicador mide el avance a nivel municipal en la implementación de un modelo de gestión integral de los residuos que reduzca su generación, optimice su separación y  la valorización, fortalezca la economía circular, incremente la participación ciudadana y mitigue los efectos sobre los ecosistemas, la salud pública y las emisiones de gases y compuestos de efecto invernadero”. 

Todavía no preparan Picachos 

El 17 de septiembre de 2019, el Gobierno de Jalisco anunció el cierre del vertedero Los Laureles, en Tonalá, en un máximo de 24 meses, para lo que se tendrían dos alternativas para depositar los residuos sólidos urbanos de la Zona Metropolitana de Guadalajara: en el vertedero de Picachos, en Zapopan, y uno más que se construiría al Sur de la urbe. Sin embargo, a un año de cumplir el límite de su uso, las autoridades no han iniciado trabajos para el abandono de Los Laureles ni para la adecuación de Picachos; ni siquiera hay propuestas para el nuevo vertedero, según informes de las dependencias de medio ambiente municipales. 

Flor Salgado Figueroa, directora de Gestión Ambiental, Cambio Climático y Sustentabilidad de Tonalá, apuntó que desde la última reunión con el Instituto Metropolitano de Planeación (Imeplan) para hablar sobre la clausura de Los Laureles, en diciembre pasado, ya no han sabido nada. 

“Hasta ahorita no hemos tenido conocimiento de si ya se autorizó o no,  lo único que sabría decirte es que se realizaron unas observaciones…  eso  lo comentaron en la Mesa Metropolitana a la que nos convocó  el  Imeplan hace algunos meses”. 

Sobre las adecuaciones de Picachos para ampliar su capacidad, Juan Luis Sube, director de Medio Ambiente de Zapopan, aclaró que es un tema que compete al Estado y la Dirección de Servicios Públicos de Zapopan, encargada de la operación del relleno, aunque no hay avances. “Todavía no se ha definido”. 

Sin embargo, el vertedero  ya recibió un mantenimiento que  permite operar  en óptimas condiciones,  pero se tiene que prever más espacio para Guadalajara  y  requiere de una inversión que Zapopan no va a pagar. 

Estimó que, tras definir los montos de inversión y el origen de los recursos, tomaría de cuatro a seis meses de ejecución para las adecuaciones necesarias. 

No obstante, Raquel Gutiérrez Nájera, experta en temas medioambientales, advirtió que el tiempo para adecuar Picachos es mayor.  

“Me parece que mínimo estaríamos hablando de un año. Cuatro meses es muy poco si tenemos en cuenta que Picachos  no es una superficie plana, tiene elevaciones y  hay que homogenizar la tierra, aplanarla, impermeabilizarla, construir canaletas y son hectáreas...  no son metros. Si se quisiera cerrar Los Laureles tendrían que empezar ya”.

Aprovechan menos de la mitad de la basura 

Aunque el fin de la instalación de los Puntos Limpios es el aprovechamiento de los residuos sólidos valorizables (aquellos que se pueden  reciclar, como plástico, papel, cartón y metal),  la mayor parte de los residuos que reciben son los llamados el “resto”, que es basura revuelta que,  al final,  va a parar al basurero, como unicel, sanitarios, envolturas y aquello que no se clasifica. 

Según datos del Ayuntamiento, se reciben unas mil toneladas mensuales de residuos en los Puntos Limpios de Guadalajara, de los que 19% es plástico,  21% es papel y cartón, sólo 3% es metal y el “resto”. 

No obstante, el municipio destacó que la cantidad de basura que se recolecta incide en reducir la cantidad de residuos que llegan al relleno sanitario, al grado de que la curva de aumento por el crecimiento anual se ha mantenido.  “El pago por la disposición final de los residuos que ingresan en el relleno sanitario es el mismo que en 2014, a pesar de que la generación de residuos, los costos de operación y la inflación tendieran al alza. Esto se debe a que llegan al relleno sanitario menos residuos que antes”.  

Generan composta 

El  proyecto de trasladar la planta de composteo de Tlajomulco del predio de Laguancha a La Cajilota se frustró porque se reasignaron los 25 millones de pesos para ese fin a otros rubros por la pandemia, pero la generación de composta no se detuvo,  aseveró Ernesto Naranjo, director de Protección y Sustentabilidad Ambiental. 

“Pensábamos que, por la pandemia, se caería un poco el programa...  y afortunadamente no fue así”.

Actualmente se recibe un camión al día con siete toneladas de basura orgánica. “Hay días que no pasa el camión y después pasa y se lleva todo mezclado. Eso nos genera un problema de credibilidad”.

La mayoría de zapopanos, dispuesta a separar residuos

La mayoría de los habitantes de Zapopan no tiene inconvenientes en separar sus residuos sólidos urbanos en orgánicos, inorgánicos y sanitarios,  según establecen las normas estatales, afirmó Juan Luis Sube, director del Medio Ambiente. 

“Realizamos una encuesta en enero y febrero de este año y las personas están dispuestas a hacer  la separación de los residuos en sus casas,  así nos respondió  60% de los encuestados”. 

La misma encuesta reveló que  27% prefiere  no hacerlo,  y  los encuestados justificaron que lo hacen por comodidad o indiferencia. No obstante, prácticamente todos los encuestados están de acuerdo en que se instalen los sitios de acopio de los residuos separados.  “La gente está dispuesta a tener cerca de su casa un sitio donde puedan llevarlos. Están de acuerdo en que se fomentara una cultura de separación incluyendo esta infraestructura como los Puntos Limpios”. 

Zapopan proyectó la instalación de 50 Puntos Limpios durante la presente administración; no obstante, para este 2020 sólo pudieron colocar 17 debido a los recortes presupuestales.

Para  2021, los siguientes estarán a lo largo del corredor del Peribús, en las inmediaciones de la Línea 3 del Tren Ligero y uno más en el Parque Zapopan Central. 

Frenan plan en Tonalá

Este año  arrancaría el programa piloto de separación de basura en Tonalá, que consiste en la instalación de contenedores de residuos sólidos urbanos donde los habitantes deben depositar su basura separada en orgánica, inorgánica y sanitaria.  

La dinámica sería difundida a través de pláticas y talleres en las escuelas, por lo que la pandemia interrumpió su puesta en marcha, así que se pretende retomarla hasta que se reanuden las clases presenciales, indicó Flor Salgado Figueroa, directora de Gestión Ambiental, Cambio Climático y Sustentabilidad de Tonalá.  

“Una vez que la Semadet nos autorice,  iniciaríamos el programa operativo en las colonias piloto”. 

El proyecto iniciará  en  las colonias   Jalisco, Loma Dorada,  San Miguel de la Punta, San Gaspar y Coyula. “Ya contamos con 11 o 12 contenedores que estaríamos colocando en los pilotos, pero necesitamos la capacitación previa para trasladarlos”. 

Al adoptarlos en estos cinco puntos,  se extenderán hacia las colonias circundantes del  municipio. 

Adicional a esto, se diseñó un proyecto de huertos urbanos en los que se aprovecharán los residuos orgánicos para la generación de composta. Se pretende en esos puntos el intercambio de residuos entre los usuarios.

GUÍA

Prórroga

  • El terreno para el vertedero de Los Laureles pertenece al Gobierno de Guadalajara,  que  lo adquirió en 1986.
  • El sitio se utilizó como un depósito irregular de residuos donde descargaban unas 500 toneladas diarias.  
  • Hasta 1999 se inició la construcción del relleno sanitario en un proyecto que tenía una superficie de unas 40 hectáreas. 
  • En 2008, habitantes de El Salto, Juanacatlán y de Tonalá, demandaron a las autoridades la clausura del vertedero por distintas irregularidades detectadas, sobre todo en el manejo de los lixiviados.
  • El 23 de julio de 2008, la secretaria de Medio Ambiente, Martha Ruth del Toro, anunció que la vida útil del vertedero era de 36 meses más. 

No obstante, el relleno sanitario no cerró al término del plazo, pues se obtuvieron permisos para crecer hacia tres predios aledaños: Los Curtidores, Los Bomberos y Los Ayala, con lo que ampliaría su extensión a 59 hectáreas y  su vida útil a otros siete años para extenderla hasta 2018. 

  • Fue en septiembre de 2019  cuando el Gobierno del Estado anunció que cerraría el basurero  en  24 meses; es decir, en septiembre de  2021.

LA VOZ DEL EXPERTO

Raquel Gutiérrez Nájera (integrante del Instituto de Derecho Ambiental).

Falta campaña intensa en Jalisco

El proyecto de separación de basura que se impuso en 2008 “nació muerto” porque no se contaba ni con la infraestructura ni se le socializó, consideró Raquel Gutiérrez.  “Fue un fracaso, los camiones revolvían la basura aún separada, entonces la gente cuestionó su trabajo”. 

Lo que se requiere es una campaña de socialización intensa en la que se explique a la sociedad en qué le beneficia la gestión integral de residuo. En sus estimaciones, si se hace bien, tomaría unos seis meses. 

“Es un beneficio mutuo que debe partir de una campaña muy fuerte de socialización que explique esta lógica, esta política social que tiene como principal actor y objeto a la sociedad. Que la gente sepa cuál es el sentido, porque va a invertir en diferentes botes para poner cada cosa en su lugar. Es algo que ya debemos de hacer... vamos retrasadísimos”. 

Para la académica, ya no es factible en la actualidad tratar de imponer multas por no separar, sino que se debe apelar a la socialización. “El éxito de una política de este calado depende de la cultura ambiental de la población...  y  luego  del pilotaje se podría empezar con sanciones”.

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JL