Jueves, 28 de Marzo 2024
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Jalisco

Alistan otra macrorrecomendación por el río Santiago

Once años después, el inédito llamado de atención de la CEDHJ tras la muerte de un niño que cayó  al río contaminado fue ignorado

El Informador

El lunes pasado se cumplieron 11 años de que se emitió la llamada “macrorrecomendación” de la Comisión Estatal de Derechos Humanos Jalisco (CEDHJ) en torno al río Santiago. Esto después de la muerte del niño Miguel Ángel López Rocha, intoxicado por arsénico al caer a las aguas del contaminado afluente.

De esa inédita recomendación se desprendían 204 acciones inmediatas: 100 de ellas para el Poder Ejecutivo, 12 para la Comisión Estatal del Agua (CEA), 24 para el Sistema Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado (SIAPA) y 68 para los 14 municipios que se encuentran alrededor del afluente.

Pero 11 años después, ese llamado de atención no ha servido de mucho. La espuma y el aroma a descomposición allí se quedaron.

El desinterés también puede medirse. De las recomendaciones hechas al Ejecutivo se aceptaron 43, y de ellas sólo 37 han reportado avance. ¿Fue una obligación acatarlas? No. En realidad cada organismo podía, y puede, desechar las que no le parezcan atribuibles.

Por esa razón, y aprovechando que la administración estatal en curso se ha comprometido, otra vez, a limpiar ese cuerpo de agua, la CEDHJ planea una nueva macrorrecomendación.

“Se tiene que generar una reestructura porque algunos puntos ya se encuentran desfasados, no cumplen el fin con el que fueron emitidos. Estamos trabajando en una nueva versión que atienda la realidad actual”, explicó el coordinador de Seguimiento a Recomendaciones, Fernando Zambrano.

Resaltó que para generar un verdadero cambio en torno al río es necesario que exista coordinación y voluntad de los tres niveles de Gobierno, y que la normativa federal también se modifique para que haya más inspectores que sancionen a las empresas que vierten sus desechos industriales en la cuenca.

Por otro lado, indicó que hubo pequeños avances, como plantas de tratamiento en los municipios y las megaplantas de El Ahogado y Agua Prieta. Pero no es suficiente.

“Las plantas están diseñadas y siendo operadas únicamente para tratar agua residual, no las industriales, que son las que están contaminando. ¿Ha habido avances? Sí. ¿Significativos? Sí. ¿Suficientes? No”.

Y en tanto se emite esta nueva macrorrecomendación, quienes viven cerca del afluente continúan soportando el hedor y lidiando con problemas de salud.

Vivir cerca del río Santiago es así: con la mano en la nariz. El hedor a descomposición que ya no debía existir sigue molestando a los sentidos. EL INFORMADOR/F. Atilano

La respuesta de la autoridad, una década después

Dependencia Puntos Propuestos  Aceptados No aceptados  Puntos donde reporta avances
Gobierno de Jalisco  100 43 57 37
CEA  12 10 2 10
SIAPA 24 23 1 22
Arandas 68 68 0 8
Atotonilco el Alto  68 68 0 5
Chapala  68 68 0 36
El Salto 68 68 0 13
Guadalajara 68 68 0 52
Ixtlahuacan de los Membrillos  68 68 0 4
Juanacatlán 68 68 0 13
Ocotlán 68 68 0 4
Poncitlán 68 68 0 2
Tlaquepaque 68 68 0 49
Tlajomulco 68 68 0 61
Tonalá 68 68 0 13
Tototlán 68 68 0 4
Zapopan 68 68 0 22

Nota: Cada municipio recibió 68 recomendaciones de Derechos Humanos, que ha atendido por su cuenta.

El Salto y Juanacatlán sobreviven dos sexenios entre agentes tóxicos

Después del 13 de febrero de 2008, y ante la muerte del niño Miguel Ángel López, de ocho años, quien cayó al río Santiago y se intoxicó con arsénico, tanto el Gobierno federal como el del Estado, e incluso los de los municipios han prometido el saneamiento de esa cuenca.

Pero las administraciones pasan y en El Salto y Juanacatlán el río todavía hiede. Tanto, que la garganta duele. Tanto, que los mosquitos, como los enfermos, crecen en cantidad.

Hace 12 años, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) aseguró que, a partir de 2009, el río Santiago figuraría en la Ley Federal de Derechos con una categoría C: la más exigente.

Eso significa que habría más regulación respecto de lo que se vierte en él.

La apuesta fue alta. El entonces director general de la Conagua, José Luis Luege Tamargo, reconoció que al no contar con personal suficiente, personal de la Comisión Estatal del Agua (CEA) debería apoyar en las supervisiones. Todo para sancionar a las industrias que contaminaran.

Pero incumplió su promesa. Hasta el 9 de diciembre de 2019, el Río Santiago sigue en categoría B.

Durante el Gobierno de Emilio González Márquez se comenzó un “parque ecológico” entre Juanacatlán y El Salto: la zona más contaminada dentro del Polígono de Fragilidad Ambiental (Pofa) de la Cuenca de El Ahogado y El Salto. Tras recibir 18 millones de pesos del Gobierno federal, se erogaron 2.5 millones para construir un andador, un estacionamiento y un mirador.

Pero no sólo eso. También se construyeron plantas de tratamiento de aguas residuales en los 14 municipios involucrados y las megaplantas de El Ahogado y Agua Prieta.

En el sexenio de Aristóteles Sandoval se invirtieron 579 millones para sanear el río Santiago. Un porcentaje de ellos se usó para la ampliación de la planta de tratamiento de Ocotlán.

Finalmente, la administración en curso prometió que invertiría tres mil 418 millones de pesos en el saneamiento de la cuenca, y que sólo durante el primer año se habían erogado más de 500 millones de pesos que implicarían impulsar una serie de proyectos que van desde salud, educación, medio ambiente y otras acciones para mejorar las plantas de tratamiento.

Pero según el último corte, las plantas que están proyectadas para junio próximo registran avances mínimos.

Llamado de atención sin dientes, un chiste

De acuerdo con Arquímides Flores, habitante de El Salto y miembro del colectivo Un Salto de Vida, uno de los principales errores de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco (CEDHJ) fue que hubo “opacidad” en el seguimiento de la macrorrecomendación de 2009.

Lo peor, afirmó, es que ésta tampoco tuvo efectos coercitivos.

“Los gobiernos involucrados no consultaron a los pobladores de los lugares afectados ni les dieron información de los avances. Algunos cumplieron; otros no, pero a nosotros (los pobladores) no se nos tomó en cuenta. Tampoco Derechos Humanos”, señaló.

Ante esa desatención, los mismos pobladores debían pedir la información a cada municipio sobre lo que se estaba haciendo. “Siempre decían que estaban trabajando en ello pero nunca tuvimos un documento que sustentaran los avances y acciones”, lamentó.

En su opinión, la estrategia de intervención del nuevo Gobierno del Estado es “la misma” de todos: entubar y construir o mejorar plantas de tratamiento. “Las recomendaciones sólo sirven para mantener la agenda, pero están sujetas a las voluntades de los gobiernos. No creemos que puedan cambiar la realidad”.

Si alguien se acerca al mirador que se construyó hace siete años, esta es la postal que llevará. EL INFORMADOR/F. Atilano

Un “parque ecológico” entre la pestilencia

Aunque está junto a la carretera, pocos saben qué es si no se acercan a él… aunque tampoco es tan atractivo hacerlo debido al mal olor del río Santiago. Un tufo que después de un rato provoca dolores de cabeza y resequedad en la garganta.

A alguien se le ocurrió que sería una excelente idea construir un estacionamiento para bajar del auto a disfrutar de la brisa de agua que contiene metales como benceno, plomo y cadmio. Allí, en la cascada que divide El Salto de Juanacatlán.

También hay un andador, sin mantenimiento, que conduce a un mirador que permite al turista admirar la belleza de una cascada de agua turbia, verde y tóxica que al caer se convierte en espuma. En nieve que quema.

Si se pone más atención, al fondo se observan las ruinas del que algún día fue el hotel en el que se hospedaba el presidente Porfirio Díaz cuando venía a Jalisco. Y cómo no iba a elegir un sitio así, si al lado se podía nadar y pescar.

Un estacionamiento, un andador y un mirador fue todo lo que se construyó de lo que sería un “parque ecológico” que costaría 18 millones de pesos. La idea, frustrada por la realidad, era que al operar la planta de tratamiento de El Ahogado, el río reverdeciera y la gente conviviera, se ejercitara y tuviera momentos de esparcimiento al lado de la cascada.

Siete años después de que arrancó la construcción, los barandales blancos ya tienen levantada la pintura y están oxidados, las hierbas crecen descuidadas y el proyecto se convirtió en un sitio que ahuyenta en lugar de atraer.

Tal era la apuesta que la extinta Semades (Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable) desarrolló un video para mostrarle  a la gente las bondades de esa intervención. Allí, en Youtube, se quedó el “Rescate del Parque Ecológico de El Salto de Juanacatlán”.

Baja 31% agua saneada en la cuenca del Santiago 

De acuerdo con el Monitoreo de Indicadores del Desarrollo de Jalisco (MIDE), el agua residual tratada en la cuenca del río Santiago disminuyó 31% de 2018 a 2019, pues de 10 mil 093 litros por segundo pasó a seis mil 930 en ese lapso, según datos de la Secretaría de Gestión Integral del Agua con corte al 19 de diciembre de 2019. La de 2019 es la cantidad más baja desde 2014, cuando se comenzó a registrar la limpieza de agua en ese cauce.

Litros por segundo tratados en la cuenca del Santiago
2014  2015 2016 2017 2018  2019
9,326  9,506 9,578  9,388  10,093 6,930

“Ni oculto ni reservado”

En 2011, la Universidad Autónoma de San Luis Potosí hizo un estudio para la Comisión Estatal del Agua (CEA) en cuatro poblaciones alrededor del río Santiago.

El resultado: los metales a los que niños y adultos de la zona estaban expuestos (como benceno, plomo, mercurio y cadmio) les habían provocado enfermedades graves. Sin embargo, la CEA hizo caso omiso y lo ocultó.

Hace poco, el documento al fin fue revelado. Y al hacerse público, la actual administración estatal publicó un deslinde: “Este Gobierno no oculta ni se reserva información sobre el río Santiago”.

Por su parte, el secretario de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial, Sergio Graf, señaló: “estamos conscientes que el problema de contaminación tiene un impacto directo con la salud pública, y estamos tratando de trabajar en aspectos que van hacia la contención, en el corto plazo, de todos los sistemas de aguas residuales para reducir la carga de contaminantes orgánicos de los municipios”.

TELÓN DE FONDO

Pese a políticas, el problema se agravó

Raquel Gutiérrez Nájera (investigadora de la Universidad de Guadalajara)

De acuerdo con la investigadora de la Universidad de Guadalajara (UdeG), en 2018 ese núcleo académico inició un nuevo estudio de impacto a la salud entre los habitantes de la cuenca del Santiago, y éste les reveló que no sólo no se ha avanzado en la restauración ambiental de la zona, sino que la situación empeoró.

“Fuimos al río y vimos que su situación es la misma, o peor. Esto a pesar de que hay una macrorrecomendación. El problema es que se reconoce, pero no se actúa”.

Agregó que en el Santiago no se necesita un gasto millonario en plantas de tratamiento, sino una política de cero descargas, pues las tratadoras no tienen la capacidad de limpiar agua industrial ni plaguicidas.

“Todos en el papel aceptaron (la recomendación), pero no hay implementación y a la Comisión Estatal (de Derechos Humanos) le hacen falta más elementos para darle cumplimiento”, dijo.

Con esos elementos se refiere a inspectores para vigilar que todas las plantas cumplan con la ley, a una Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) con “capacidades sólidas” y un organismo de cuenca que ejerza las atribuciones de la Ley de Aguas Nacionales para clausurar en cuanto se detecten descargas.

Advirtió que no basta un sexenio, sino que debe haber un seguimiento mínimo a 20 años consecutivos y con recursos de los tres órdenes de Gobierno, pues no basta con los del Estado y del municipio. “Todavía estamos a tiempo de implementar una política efectiva de restauración de la cuenca Lerma-Santiago-Chapala, hay los mínimos elementos para que se pueda reestablecer”.

La alta concentración de desechos industriales continúa generando este escenario; uno que no debería ser más. EL INFORMADOR/F. Atilano

TELÓN DE FONDO

Firman pacto “voluntario”

Luego de años de arrojar sus descargas industriales al río Santiago, en agosto de 2019, asociaciones industriales y la Secretaría de Desarrollo Económico (Sedeco) firmaron un pacto “voluntario” para, ahora sí, hacer cumplir las normas de descargas de aguas residuales y ayudar al saneamiento de la cuenca.

Y, como su nombre lo indica, es voluntario porque no se obliga a ninguna empresa a suscribirse.

Rubén Masayi González, coordinador del Consejo de Cámaras Industriales de Jalisco (CCIJ), sostuvo entonces que 96% o más de la contaminación al río es producida por micro y medianas empresas que no tienen la capacidad de cumplir la ley.

Por ello, añadió, buscarán recursos e incluso una modificación a la norma para que “vaya, poco a poco, siendo más justa con estas empresas”.

Por su parte, el titular de Sedeco, Ernesto Sánchez Proal, informó que la dependencia apoyaría a las empresas que se acerquen para darles los recursos necesarios que permitan su transición a energías renovables y limpias.