CIUDAD DE MÉXICO (27/ENE/2017).- Llama la atención que las culturas orientales tienen banquetes con tanta variedad pero con algo clave: lo saludable. La gastronomía japonesa, por ejemplo, se caracteriza por contener la más alta frescura en pescados, mariscos y moluscos, como si tuviesen una puerta directa con el mar.Asimismo, la carne de res, cerdo y pollo, tienen una textura única que hace irresistible cualquier platillo. Los rollos son preparados con arroz hervido bajo en sodio; cada plato fuerte atrae a la vista por su cuidadosa preparación.Los nipones gozan de longevidad, buena salud y bajos índices de obesidad debido a su dieta, reconocida como la "fuente de la eterna juventud", ya que la edad promedio de vida llega a ser de 86 años, aunque más de 40 mil ancianos en Japón, superan los 100 años de vida placentera.En la opinión del portal mypresszone.com.mx, "La dieta japonesa es beneficiosa por su bajo contenido en grasas; no emplean aceites industrializados ni mantequilla, sino aceites vegetales que contribuyen a mantener el corazón sano y el colesterol al margen".La forma de comer también es interesante para adoptarla como una cultura alimenticia. Tomar cada alimento como un momento especial, disfrutar cada bocado, masticar todo muy bien y saborearlo lentamente. Además, al tener tantos matices de sabor en cada preparación, la cocina oriental propone detectar lo salado, lo agridulce, lo picante y lo ácido. Sin duda, un mosaico al paladar.En el terreno de las bebidas, Japón también deja un legado saludable para compartir con el mundo. El consumo de bebidas azucaradas y burbujeantes, es mínimo. Los orientales le dan preferencia al té natural como acompañante de la comida.Té verde: ayuda a absorber la grasa, metabolizar los azúcares y previene la retención de líquidos en el cuerpo humano. Como valor agregado, esta bebida milenaria, ayuda a saciar el apetito y evita comer en exceso.Así, comer al estilo japonés ofrece delicias saludables en todas las comidas del día. Estos alimentos proveen muchos nutrientes que retrasan el envejecimiento celular y potencian el buen estado físico.
