MONTERREY, NUEVO LEÓN (29/ENE/2017).- Nuevo León tiene 2 mil ranchos cinegéticos y cinco clubes de tiro y caza, en algunos de los cuales entrenan tiro deportivo o tiro con arco cerca de 2 mil menores.El estado registró en el último año un aumento de 40% en la expedición de permisos para cacería, al mismo tiempo que la Secretaría de Turismo avala que la mayoría de turistas cinegéticos nacionales provienen de estados como Nuevo León, Tamaulipas, Coahuila y Chihuahua.Isamar Guerrero, entrenadora de los niños y adolescentes en el Centro de Alto Rendimiento (Care) de Nuevo León, afirma que el tiro deportivo es un deporte seguro y no violento. A los pequeños se les adiestra en reglas de seguridad, la posición, la mira y aspectos técnicos.Para ella, el arma no fue la culpable del atentado en el Colegio Americano del Noreste, en donde un menor de 15 años, con entrenamiento en armas, disparó a su maestra, a sus compañeros y luego se mató.Un arma, dice Isamar, es como un cuchillo: lo puedes usar para cortar verduras o para acuchillar a alguien. “Hay muchos valores en el deporte de tiro, como el respeto, la disciplina, la serenidad”, afirma.Para Luis Torres, fundador del Movimiento de Liberación Animal Pacífica, colectivo que lanzó una iniciativa de prohibir la cacería en el estado, al poner un arma al alcance de un menor se le fomenta una cultura de muerte, se le genera pérdida de sensibilidad y se le enseña a matar seres vivos en desventaja.