Viernes, 19 de Abril 2024

LO ÚLTIMO DE Ideas

Ideas |

Un siglo de pasión

Por: Jorge O. Navarro

En unas pocas horas, este 05 de octubre, EL INFORMADOR festeja un siglo de vida. Se cumplen 100 años desde que en esa efervescencia de país que fue el México de inicios del siglo XX, apareció el primer número de una publicación diaria de la que pueden decirse muchas cosas. Desde este espacio hago hincapié en una de las más importantes: ha contribuido con el crecimiento de su comunidad, de esta ciudad que es Guadalajara.

El entorno en el que vivimos, quizá ahora más que en el pasado, se caracteriza por la fugacidad y la moda; por la presencia efímera de fenómenos y sucesos, de voces y personajes que muchas veces aportan inquietud y desasosiego. Son quizá, los signos de los tiempos; pero en ese inacabado proceso que es el equilibrio, siempre es fundamental lo seguro, lo que permanece.

EL INFORMADOR ha logrado la permanencia en un escenario de cambios súbitos. Eso de por sí no es fácil. Pero si hay que reconocer mayor mérito, es en el hecho de salir cada mañana durante un siglo siempre con aportaciones, con contribuciones que rebasan por mucho el sólo hecho de ofrecer información.

Que se conmemoren 100 años de vida de este periódico justo cuando en México se acaba de vivir la increíble coincidencia y desgracia de un terremoto que sacude a la capital del país un 19 de septiembre; o precisamente cuando los huracanes arrasan a las naciones en el Caribe, y también en medio de la agitación histórica que representa para los españoles la emergencia de un nacionalismo catalán que impulsa la separación… todo eso es precisamente el rostro joven de EL INFORMADOR: es el reflejo de la cotidianidad y la sorpresa que se hace noticia en el mundo.

Este periódico, hechura de la Guadalajara del siglo pasado y de la metrópoli que se enfrenta a los retos del todavía joven siglo XXI, se coloca por derecho propio entre las publicaciones periódicas con mayor tradición en el continente. Es en sentido concreto, un rasgo más de la capital jalisciense.

Todo lo anterior y mucho más, es motivo de festejo y de felicitación.

La conciencia de haber sido y permanecido, es ahora la fuerza que motiva a todos los que son EL INFORMADOR: sus hacedores todos, y sus lectores, a enfrentar los retos que ya están encima y que exigen solución.

¿Cómo será la comunicación en los próximos años? ¿Qué información debe ofrecerse ante prácticas tan contundentes y definitorias como las redes sociales? ¿Cómo se resuelve el papel que desempeña el periodismo en una sociedad más exigente, más informada, más inconforme con la autoridad y con el status quo? ¿Cómo se cumple entre las nuevas y las anteriores generaciones con las tareas de informar y construir?

Sin duda, son preguntas difíciles de responder, pero justo en esta dificultad reside la pasión diaria, la certeza de cada mañana: inicia el trabajo para publicar otro número de EL INFORMADOR. Y es un trabajo que se hace contracorriente, con afán y con deseos.

Por todo ello, hay que celebrar.

Recibe las últimas noticias en tu e-mail

Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día

Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones