El problema ahora para ambas escuderías es encontrar el punto de encuentro, Ferrari agotó sus espacios en su escuadra, pero necesita espacio para probar a sus dos protegidos que han demostrado en las categorías previas que tienen el talento, mientras que Sauber depende prácticamente de los recursos que acompañan a sus pilotos. Aunque la situación es un problema, es uno que muchas escuderías quisieran tener. Los pilotos que busca promover Ferrari han demostrado las facultades para tener éxito dentro de la categoría, pero las cuentas las tendrían que solventar los italianos y no estoy seguro que sin un trato donde Ferrari pueda tomar decisiones dentro de Sauber se arriesgaría a tal inversión. La situación en Sauber creo que tampoco es tan alarmante, tienen en su alineación a Pascal Wehrlein, quien con ambos pilotos confirmados en las Flechas Plateadas para 2018 ésta sería su única opción y cuenta con el apadrinamiento de Mercedes, mientras que Ericsson provee el suficiente dinero para mantener la escudería a flote. Independientemente de cómo se resuelva el asunto entre estas dos escuderías, tengo que reiterar la importancia que tienen escuderías del tamaño y presupuestos como Sauber, sin éstas podríamos tener décadas sin talento nuevo dentro de la parrilla y todos lamentaríamos no haber presenciado el talento de Fernando Alonso o Max Verstappen.