Viernes, 29 de Marzo 2024

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¿Inocentada?

Por: Jaime García Elías

Bien visto, si hay establecimientos comerciales que desde hace semanas tienen a la venta el “pan de muerto”, más de un mes antes de la celebración correspondiente, ¿qué tendría de sensacional que los dirigentes del PRI discurrieran dedicar a los mexicanos una de las tradicionales bromas de esa misma época, y que de ordinario se resuelven con la consabida expresión de “Inocente palomita que te dejaste engañar…”?

-II-

Cualquiera diría que hacia allá se orienta la noticia de que el PRI (el de siempre; no una versión corregida y mejorada –si cabe– del que fue partido hegemónico en México durante siete décadas, y que volvió por sus fueros una vez que la “alternancia” que se dio a partir del año 2000 pareció demostrar, para desencanto de muchos, que la moraleja del cuento es que “vale más malo por conocido que bueno por conocer”) presentó formalmente una iniciativa de reforma constitucional, para eliminar tanto el financiamiento público a los partidos políticos como los diputados por la vía plurinominal, y canalizar a la reconstrucción de lo que destruyeron los recientes sismos en Oaxaca y en el Centro de México, los ahorros que por esos conceptos se consigan.

Asombra –por decir lo menos– que la iniciativa proceda del partido que un alto porcentaje de los ciudadanos identifica como “la agencia de colocaciones del Gobierno” por sobre todas las cosas. “Suspende y maravilla” –diría Cervantes– que el presidente de dicho partido, Enrique Ochoa Reza, difundiera, incluso, la cifra que podría destinarse a objetivos de mayor utilidad social que mantener a la casta de oportunistas que medran, desde hace muchos años, a la sombra generosa de ese frondoso árbol al que se arriman “para obtener –decía Don Efraín González Luna– los salarios que no conseguirían si los buscaran por la vía del trabajo honrado”: 11 mil 600 millones de pesos… tan solo en un año.

-III-

Tiempos hubo en que los partidos políticos de oposición –el PAN, muy señaladamente– daban cátedra de honradez y de congruencia al buscar en las aportaciones de sus militantes y en estrategias complementarias como las rifas de automóviles, recursos para sus gastos operativos y de campaña. La demanda ciudadana a favor de que se les supriman esas prebendas ha sido un clamor en el desierto. Que el PRI –que tiene mayoría en el Congreso– enarbole esa bandera, parece demasiado hermoso para ser cierto.

(Con la venia del lector amable, mañana continuamos con el tema).

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