Asimismo, el consejero ejecutivo ingeniero Enrique Dau Flores, con su calidad profesional y experiencia innegable representando al Gobierno del Estado, declaró que es urgente revisar y actualizar los reglamentos; expresó: “De inmediato debemos dedicarnos a actualizar las normas y crear una comisión con amplias facultades para decidir, y que tenga la confianza de la sociedad”. Las normas actuales no se han revisado ni actualizado desde hace dos décadas, que gracias a Dios los edificios construidos no han tenido que pasar la prueba de un terremoto como los que están sucediendo actualmente, que han sido uno tras otro desde el 19 de septiembre y las tres réplicas de ayer sábado en Oaxaca la mayor fue de 6.1 grados Richter. Que yo recuerde, no había sucedido una serie de temblores uno tras otro como esta vez; también mencionan que ocurrió uno en la costa de Sinaloa y en Guerrero, aunque fue de mucha menor intensidad. A lo mejor hay que revisar la frase del Himno Nacional que dice: “Y retiemble en sus centros la tierra al sonoro rugir del cañón”, aquí no hubo cañón, pero fue peor; lo extraño es que hace 32 años en la misma fecha del 19 de septiembre ocurrió aquel gran temblor que causó 20 mil muertes en 1985. Por otra parte, esta situación trágica ha demostrado la solidaridad, ha sido admirable el apoyo y amor de todos los mexicanos hacia los perjudicados y que están en desgracia en las diferentes áreas donde los temblores han causado tragedias. Pero como dicen “de todo hay en la viña del Señor”, algunos desalmados se aprovecharon de la tragedia y el desorden que causaron los sismos para robar y cínica y malvadamente usaron las redes sociales para difundir mentiras, como el derrumbe de un edificio de ocho pisos, pidiendo ayuda y apoyo al público en general, por lo que llegaron alrededor de 200 personas a colaborar y era totalmente falso. También sucede que ha habido robos de diferente magnitud de los enseres que se están mandando como ayuda a los damnificados ¡esto es vergonzante! Creo que es muy difícil de localizar quiénes son los desalmados cínicos que propagan mentiras, pero debería haber una ley que castigue el mal uso de las redes sociales si se puede detectar y que se apliquen sanciones ejemplares a estos miserables.
