Guadalajara en un llano

“Dios no te hubiera dado la capacidad de soñar sin darte también la posibilidad de convertir tus sueños en realidad” Tassinari

Hablar del matrimonio heredado de siglos anteriores arreglado por conveniencia, donde la mujer llegaba con inocencia y docilidad a un código de obligaciones y prohibiciones de la total autoridad del hombre, tiene un sonido lejano de años que eran otros.

Aunque los tiempos pasan, afortunadamente continúan algunas “costumbres de más antes” como la caballerosidad y el romanticismo. 

Hoy quiero hablar del romanticismo, de ese sentimiento de no fácil descripción mostrado en la música, en la literatura, en las bellas artes.

El romanticismo es un movimiento artístico, literario y cultural, socialmente muy importante, no es solo una corriente ideológica que arraigó con fuerza en el Siglo XIX y su influencia alcanzó a otras corrientes del Siglo XX en sus distintas expresiones artísticas y filosóficas; el sentimiento del romanticismo existe en quien tiene amor.

No hablamos de corazones tatuados en cursilerías, se encuentra en infinidad de detalles que son demostraciones románticas, por eso, y contrariamente a la pretensión de su desaparición, está resurgiendo y evolucionando con fuerza en España.

El amor es el sentimiento capaz de mover al mundo, nos permite transitar esquivando y afrontando los problemas que la vida nos presenta… Nos dice de una vida maravillosa con la persona amada, como las fotos de parejas en esta columna, que saben disfrutar en todo tiempo y lugar el amor con romanticismo.