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Bratislava, un cuento de hadas

La historia y su constante empuje cultural, así como una enorme belleza arquitectónica, forman parte del encanto que ofrece la capital de Eslovaquia

Bratislava se extiende a lo largo de ambos márgenes del Río Danubio. Ciudad majestuosa, con un aire medieval, deseada por cada Rey que la ha mirado, capital de Eslovaquia y cruce de caminos obligado en la zona Central de Europa. No es extraño que sea un destino que todo viajero con alma curiosa se sienta tentado a recorrerla.

Al mirar su ubicación en un mapa, caemos en cuenta que estamos ante una ciudad singular. Atravesada por el Danubio y muy cercana a las fronteras de Austria (por el Oeste) y Hungría (al Sur). Al estar en el corazón de Europa, presume de inviernos húmedos y fríos, por lo que el mejor momento para visitarla se aproxima, en primavera y verano.

A la distancia, Bratislava se distingue por sus torres medievales, aunque al recórrela nos encontramos con una ciudad relativamente moderna, que se encuentra en un “boom” de construcciones que comenzó con la llegada del nuevo milenio.

Una de las estampas más reconocidas de esta capital es el Castillo de Bratislava, antiguo hogar de los reyes, hoy símbolo de la ciudad y también Museo de Historia. Ofrece una hermosa vista de la ciudad y cuenta con una torre de 47 metros. Si quieres entrar, es bueno que sepas que la entrada cuesta 10 euros. Otro bello punto arquitectónico de la ciudad es la Catedral de San Martín, una iglesia gótica de tres naves que fue levantada en el siglo XV y que solía ser donde coronaban a los reyes.

Caminando un poco por los alrededores, nos damos cuenta de que esta capital europea presume además de algunas fortificaciones medievales bien conservadas, ¡nada mal para tener medio milenio en pie! Las más bellas están en la llamada Puerta de San Miguel. Esta puerta forma parte de las fortificaciones originales de la ciudad, que datan del siglo XIV. La torre que se encuentra sobre la puerta se levanta 51 metros sobre la ciudad y ofrece una de las mejores vistas de la ciudad.

No todos los elementos arquitectónicos de Bratislava pertenecen al medioevo. El monumento de Slavín se levantó en el Siglo XX y es un indispensable en toda visita a esta bella ciudad. Es un gigantesco memorial de guerra de 52 metros que ya se ha integrado en el horizonte de la urbe. Se levantó para honrar a los 6 mil 854 soldados soviéticos que murieron luchando para liberar a esta Metrópoli de las tropas nazis durante la Segunda Guerra Mundial. Su tamaño es, sin duda, un gigantesco recordatorio tanto del sacrificio como de los horrores que toda guerra trae a una ciudad.

Explorar la ciudad

Muchos turistas gustan de conocer el primer cuadro de Bratislava, además de ser una ciudad que está en el camino entre Viena y Budapest, por lo que es parada obligada por los paseantes. Sin embargo, la urbe eslovaca tiene también una vida nocturna y oferta gastronómica que ameritan que te quedes más de un día en sus rincones.

La cocina de Bratislava es además un excelente ejemplo de la riqueza que ofrece la gastronomía eslovaca, una de las más antiguas de Europa. Sus ingredientes claves son la carne de cerdo, harina, col, los productos lácteos y un elemento americano: La papa.

¿Recomendaciones? Visita Dolnozemska Krcma (calle Panska 7). El restaurante es pequeño en tamaño y breve en su carta, pero eso le permite darle fortaleza a su carta. ¿Lo mejor? Los camareros hablan, además de eslovaco, inglés, así que te harán la vida más fácil.

Por su cercanía con Alemania, la bebida preferida de los eslovacos es la cerveza, tradicional de la región y con un vigoroso movimiento artesanal. Pero, también existen algunos ejemplos de buen vino, un “préstamo” culinario de la Europa mediterránea.

Bratislava es una ciudad con enorme encanto, con una belleza que no le pide nada a otras ciudades turísticamente populares de Austria y Alemania, aunque con precios más moderados en sus servicios. Sin duda, una opción perfecta para aquel viajero cansado de las rutas de siempre y que está listo para abrirse camino hacia rumbos nuevos.

Hora de viajar

Desde México a Bratislava es un viaje relativamente largo. No hay vuelo directo.

Desde México a Bratislava es un viaje relativamente largo. No hay vuelo directo de Guadalajara, por lo que forzosamente tendrás que tomar escala en Ciudad de México o Cancún. Ya desde este punto, tendrás que tocar otras ciudades de Europa antes de llegar a la capital de Eslovaquia.

Páginas como www.kayak.com.mx te ayudarán a armar el calendario de vuelo que mejor te convenga. Recuerda que comprar con tiempo te permitirá obtener mejores precios.

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