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¿Y usted qué ve en la Tele?

La televisión mexicana, acaparadora de la atención de millones y millones de habitantes de este y otros polos del globo, y que en nuestro país se introduce hasta los lugares más apartados e incluso de menos recursos económicos a través de las grandes cadenas, transmite programas cada vez más alejados a los objetivos que debieran de guiarlos, pues no obstante las cuantiosas utilidades que les significan a todos los canales, incluyendo a los nuevos independientes y los llamados culturales, hoy las producciones televisivas tienen más que ver con temas de contrabando, sexo, drogas, pedofilia, homosexualismo, lesbianismo, y otros que bien podrían utilizar diferentes esquemas de transmisión que no impliquen a la televisión abierta.

Uno de los problemas que tiene que enfrentar prácticamente todo invento o creación, es la aplicación que nosotros le damos al mismo, un ejemplo de ello es la llamada “bomba atómica”, de la cual Albert Einstein -el hombre más reconocido por su sabiduría en el siglo XX- se sintió avergonzado luego de la detonación de Hiroshima que acabó con millones de seres humanos.

En el lejano año de 1884 Paul Nipkow creó los primeros instrumentos que sirvieron de pauta al dispositivo preparado para transmitir a distancia sonido, voz y movimiento, pero no fue hasta 1926 cuando el escoces John Logie Baird presentó el aparato que hoy en día todos conocemos como la TV, un invento que año tras año continúa evolucionando la comunicación mundial, capaz de transmitir en tiempo real lo que sucede a miles de kilómetros de distancia.

Hasta ahí todo bien, sin embargo, la distancia que guardan los canales televisivos de los que pudieran ser sus objetivos de carácter cultural, científico, educativo, en materia de comunicación, difusión, y ya no se diga cuando se presentan desastres naturales, es bastante distante, al grado de que muchas familias mexicanas que cuentan con dicho aparato -ya sea con el servicio abierto o de TV pagada-prefieren dejar sin uso o en el abandono a los mismos, o si acaso utilizarlos para otros fines de carácter tecnológico, pues los mismos aparatos de hoy en día ofrecen otro tipo  de servicios.

APUNTE

Las expresiones de “cámbienle porque este programa tiene escenas muy fuertes” son cada vez más frecuentes de escuchar en las familias tradicionales, pues de aquellas telenovelas de besitos y agarraditas de mano, se ha pasado a actos sexuales, incluso entre personas del mismo sexo, en los que pareciera tienen urgencia de ser presentados como de lo más “normal”. Además de los programas en los que los narcotraficantes, sicarios y asesinos de toda índole aparecen en calidad de héroes o heroínas.

Todos los avances de la ciencia debieran de apuntar hacia la oportunidad de llevar una mejor educación y formación de los seres humanos.

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