Sobre Prisciliano Sánchez
Con mucha discreción, casi con timidez, apareció hace pocos meses un librazo sobre Prisciliano Sánchez que supera con creces todo lo que se ha escrito sobre el mismo personaje, incluyendo naturalmente otras del propio autor: Marco Antonio Cuevas, un abogado de la Universidad de Guadalajara quien, desde hace años, puso el dedo en este renglón y no lo ha movido de ahí.
En consecuencia, Marco es a la fecha, sin lugar a dudas, quien más sabe en el mundo de este importante personaje que, de manera tan importante, contribuyó a darle vida al “Estado Libre de Jalisco” y, consecuentemente al federalismo mexicano.
Parafraseando a Woody Allen, podría decirse que en 698 páginas, que incluyen anexos también de enorme utilidad, puede usted encontrar todo lo que quiera saber de la vida de uno de los más importantes patricios regionales, desde su natalicio en Ahuacatlán, en el actual Estado de Nayarit, hasta su fallecimiento en el Palacio de Gobierno de Jalisco e, incluso, la agresión a sus restos por obra y gracia de la beatería fanática que también ha dejado y deja su nefasta impronta en el devenir de los jaliscienses.
Vale agregar que la obra se sustenta en un aparato muy pulcro que da fe de la procedencia de la información en que basa todos sus asertos, pero la obra no pierde la frescura de quien escribe pensando en su público lector y no para regodearse él mismo. En consecuencia, puede decirse que se trata de una obra de gran amenidad.
Asimismo, gracias a su perseverancia, el licenciado Cuevas ha escudriñado cuanto recoveco existe para hallar información de su personaje, el cual no se desenvuelve en su libro como si el resto del mundo no existiera. Sabemos que así pasa cuando las biografías son más bien monografías. En este caso, don Prisciliano se desenvuelve como se debe en su entorno y éste queda claramente comprometido con la vida del personaje. Es el principio que le abonamos a Ortega y Gasset aunque fue Johan Huizinga quien primeramente lo desarrolló y lo hizo extensivo: “el hombre es él y su circunstancia” y, más aún, pensando que el orden si altera el producto, Huizinga deja claramente establecido que es al revés: el hombre es su circunstancia y él mismo.
El resultado está ahí, “pa’quien quera algo d’él”, un libro que deberíamos leer todos los interesados en la formación del Estado de Jalisco y quizá, primordialmente, quienes pretenden hacer uno nuevo…
También de manera discreta, bajo el nombre de “Prólogo”, aparece en el dicho libro un breve texto de Arturo Zamora que compone, sin duda una nutritiva cláusula introductoria para abrir el apetito por el tema del libro, aunque tiene vida propia y, en realidad, constituye en sí mismo un interesante ensayo sobre Prisciliano Sánchez Padilla, quizá la aportación más importante del actual Estado de Nayarit, a la vida de todo el Occidente de México.
(jm@pgc-sa.com)