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Los aliados del poder

Los aliados del poder corren el mismo riesgo de ser aplastados que los enemigos. El poder es caprichoso y la sumisión es peligrosa: lo alimenta y aniquila las posibilidades propias. Entre más grande es el poder, más peligroso es aliarse con este.

La historia tiene incontables casos, pero es el arte, como siempre, el que nos ayuda a entenderlo mejor. Pienso en la novela El hombre que amaba los perros, de Leonardo Paudura, con su brutal descripción de la purga soviética que Trotski veía de lejos. Los primeros revolucionarios, los aliados, todos pasados al paredón por capricho de Stalin. El propio asesino de Trotski, al final, aplastado por la realidad de un régimen totalitario.

Pero pienso también en La caída de los dioses, del cineasta italiano Luchino Visconti, actualmente montada por La Comédie Française con el título de Les Damnés, en una magistral puesta en escena que recuerda cómo una familia de aristócratas arios, poderosos, poseedores de una empresa de metalurgia vital para la construcción de armamento, terminan devorados por la destrucción del Gobierno nazi. Ellos que no eran judíos. Ellos que estaban del lado del Gobierno. Ellos que intentaron mantener sus privilegios de industriales adinerados alimentando al caprichoso poder, como si éste no creciera y exigiera cada día más. El emporio no los salva: mueren de distintas y desastrosas maneras.

La crítica neoyorquina es sorprendente: los periodistas hacen paralelos con Donald Trump y los republicanos, y quizá exageran, pero no dejo de pensar que hay que recordarles a los poderes fácticos menores que el poder político central crece y que los aliados no están a salvo de sus caprichos. Y creo además que hay que recordarlo en Estados Unidos, en México, en Nicaragua, en el mundo todo y en Jalisco. En México y en Jalisco no está de más ahora que los ganadores ganaron con tantas canicas. Tienen legitimidad y tienen fuerza. Tendrán mucho poder.

Malas señales

En otro tema (y no), leo que Carlos Lomelí, próximamente coordinador estatal del Gobierno lopezobradorista, advierte que la Universidad de Guadalajara no recibirá más recursos federales hasta que no transparente los que tiene. No importa si el planteamiento es correcto o no, lo que es grave es que considere que es él quien puede advertirle a una universidad estatal sobre los recursos que aprueba el Poder Legislativo. No, Lomelí debe comprender que sus canicas no le alcanzan para eso, ni considerando la mayoría de Morena en la Cámara federal. Él no es ni el coordinador de la bancada, ni legislador ni jefe ni representante electo de nada. En el momento en el que un funcionario federal pueda hacer cumplir esas advertencias a una entidad autónoma de un Estado soberano, estaremos en serios problemas.

Alentadoras noticias

Y mientras tanto, la economía creció. Jalisco rebasó el crecimiento económico de la Ciudad de México, de Nuevo León y del Estado de México, y por cierto, ahora es sede de la Alianza por el Pacífico, una reunión a la que deberían poner atención los que están vociferando por el Tratado de Libre Comercio.

(ivabelle@gmail.com / @ivabelle_a)

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