Gana Pacquiao, pierde Spence Jr. 

Manny Pacquiao conserva todavía parte importante de su activo de popularidad global, es garantía de taquilla, los aficionados mantienen fresco el recuerdo de sus peleas y victorias increíbles ante adversarios que lo aventajaban en peso y estatura. Con emoción, su público esperaba verlo ante el estadounidense Errol Spence Jr., inmaculado campeón mundial Welter CMB-FIB, el 21 de agosto en la T-Mobile Arena en Las Vegas y no pocos vaticinaban victoria del filipino. 

Spence Jr., se realizó el lunes examen médico en la Comisión Atlética de Nevada en Las Vegas, donde le encontraron lesión en el ojo, su retina está desgarrada, por lo que la pelea con Pacquiao se cancela, pero la fecha para “Pac-Man” se mantiene. 

Ya anunciaron al cubano Yordenis Ugás para reemplazar a Spence Jr. El antillano es campeón mundial Welter AMB, tiene 35 años de edad, registro de 26-4, 12 nocauts.  

Con el historial de Ugás, Paquiao y equipo seguramente ya han hecho proyectos futuros, enfrentar a una marca que represente mejor negocio, sin embargo, el oriental ya no es el mismo después del nocaut que le aplicó Juan Manuel Márquez. Su defensa, por ejemplo, permite el ingreso a su rostro de la derecha de sus oponentes como cuchillo en mantequilla, además se observa que hace un esfuerzo extra por tratar de igualar algo del Pacquiao que le ganó a Marco Antonio Barrera y “Terrible” Morales.  En la mente del asiático no existe perder con el cubano, la derrota significaría su final.  

Haber enfrentado a Spence Jr. habría representado castigo, y fuerte, para Pacquiao. El inmaculado estadounidense es una estrella, señalado por expertos para que cargue con la fama del boxeo global, y es cierto, necesitaba Spence Jr. del legendario filipino, la victoria le habría representado reconocimiento a nivel planeta.   

Errol Spence Jr., en octubre de 2019, estrelló su auto Ferrari a gran velocidad en Dallas, Texas. Fue dado de alta del hospital, no sufrió fracturas o huesos rotos, sólo laceraciones faciales y dientes rotos. Fue acusado de conducir en estado de ebriedad, un delito menor de clase B, según un portavoz de la Policía de Dallas…

Y por ahí estaré atisbando.