Ady Arizaga
En 1998 René Castillo, egresado de ITESO Guadalajara, sorprende con su cortometraje “Sin Sostén” con personajes de animación hechos con plastilina (autodidacta en el Clay Art) su propuesta cinematográfica gana un Ariel al mejor cortometraje y varios premios internacionales en el Festival de Cannes.
Este insólito hecho parece que no cambió en México la percepción sobre la plastilina y su entrada triunfal en el Arte. Sigue siendo más utilizada en trabajos escolares para niños que en propuestas de Arte. No es el caso de otros países como España o Alemania por mencionar algunos, donde el Clay Art o Arte con Plastilina se ha abierto un lugar respetable dentro del arte. Ady, es una mujer que ha permanecido desde muy temprana edad, empujando desde Guadalajara intentando marcar una diferencia entre una respetable tortuga hecha en el jardín de infantes y un arte-despertador sonoramente estremecido en 3D.
Ady Arizaga, nació en Guadalajara en 1984. Desde que recuerda, sus padres vivieron separados entre ellos, pero ambos se ocuparon con amor y responsabilidad de su bienestar y educación, compartieron en común, como si se hubieran puesto de acuerdo, acercarla al dibujo y la lectura. Fue su mamá quien le dio por primera vez plastilina para que jugara ya que mostraba poco interés en los juguetes que solían quedarse en sus empaques, sin importar que fuera la muñeca de moda. El día que conoció la plastilina, sus manos se emanciparon, la plastilina se convirtió en su destino y destinatario (aún no lo sabía). Sus manos fueron empáticas a este material moldeable, colorido, aromático.
Con el tiempo, aún en su infancia, también fue su mamá quien la impulsó a seguir; la estimulaba haciéndole creer que tenía ‘pedidos’ de pequeñas figuras sobre todo flores y animalitos que colocaban dentro de copas de cristal. Por alguna razón y por la manera en que su mamá se lo planteaba, Ady estaba convencida que realizaba un trabajo por comisiones (remunerado), en consecuencia logró tener una sustanciosa alcancía. Al ver lo que hacía, su abuela le dijo que tenía un don de Dios y debía compartirlo “así que me llevó niños para que los enseñara, hacíamos animalitos y sus hábitats, granjas y casa, fue de lo mejor de mi infancia”.
Ese sería el comienzo de su larga carrera impartiendo clases sobre este arte: en jardines de niños, educación básica y bibliotecas, también en zonas marginales como una contribución a la comunidad. No recuerda en qué momento la comenzaron a llamar para ilustrar libros y junto con estas ilustraciones de libros y revistas comenzaron las entrevistas en diarios, radio y televisión. Ha ilustrado al menos diez libros de escritores mexicanos y de otros países como Italia, también se le abrieron foros para presentar su obra en diferentes espacios entre los que se encuentran: La Feria Internacional del libro de Guadalajara, invitada por Italia.
Una nueva modalidad en sus talleres es trabajar rindiendo homenaje a grandes artistas de la pintura y la literatura como Van Gogh y Allan Poe, que han tenido mucho éxito especialmente entre los jóvenes. Le parece una excelente propuesta para los niños y jóvenes pues además de estimular las habilidades motrices también se estimulan la paciencia, la concentración y la memoria. Su trabajo didáctico con este material moldeable ayuda entre otras cosas a los jóvenes a endurecer la prisa y el desorden impuesto por la urgencia del mundo moderno, la inmediatez de las redes y los teléfonos móviles. Ahora su propuesta más reciente está enfocada en rendir homenaje a los grandes maestros de la pintura florentina del Renacimiento que iniciará con Leonardo da Vinci por su 500 aniversario luctuoso. Uno de sus planes es incursionar en el cine con su Art Clay.
Entre sus exhibiciones individuales aparte de la FIL: La Alianza Francesa de Guadalajara, Café Galería del Mono. Colectivas: Casa Fluya, Musa, Museo de Antropología e historia de Ocotlán, Centro Cultural Bretón y Galerías Apollinaire entre otras.
Ady amasa la plastilina de cada día, la perfora y la convierte en arte, en cerraduras que llegan al cielo en espera de ser abiertas a otra mirada. Amasa hasta tarde en la noche y en cada palmada nace una obra.