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AMLO y el neoliberalismo

El neoliberalismo es el nombre que ha recibido una fase de la economía-mundo capitalista en la época contemporánea. Comenzó a fraguarse en el periodo de entreguerras en centros de pensamiento ultra-liberales, se divulgó por el mundo tras la Segunda Guerra Mundial en algunas escuelas y publicaciones de defensores del capitalismo puro, y en confrontación tanto con las políticas socialistas y comunistas, como con las políticas keynesianas que entonces dominaban el mundo.

El capitalismo se puso en crisis a fines de la década de 1960 más por motivos políticos y sociales que económicos, aunque la mayoría resalta los últimos como motivo de las transformación capitalista. Pero a fines de los 60 era claro que se vivía un periodo de asedio al dominio del capital. Había un amplio y extendido movimiento anticolonialista y antiimperialista, había un movimiento contra la guerra de Vietnam y antinuclear. Se registró también un ascenso del movimiento sindical, estudiantil y se consolida el feminismo, entre otros poderosos movimientos que cuestionaban el dominio del capitalismo.

El neoliberalismo fue la respuesta de las clases acomodadas del mundo para reorganizar una economía-mundo caracterizada por obstáculos a la acumulación del capital desplegadas por clases y sujetos sociales opuestos a este sistema social. Desde un comienzo el neoliberalismo fue diseñado para combatir a los sectores sociales que confrontaban la economía del capital.

Por eso el programa neoliberal se diseñó para flexibilizar la mano de obra, es decir, combatir al movimiento sindical; se diseñó para privatizar la economía nacional y poner una masa de público al servicio de la inversión privada; y se diseñó como una política comercial que diera prioridad a la inversión del capital sobre la propiedad comunal o social de la tierra. Así se explica el predominio de las políticas extractivas en décadas recientes.

El neoliberalismo llegó en México a fines de la década de 1970 y con el Gobierno de Carlos Salinas de Gortari se convirtió en la política de Estado y en mantra de la clase gobernante. En México el neoliberalismo se aplicó como política de shock, y ahora se aplica con la guerra en curso.

El miércoles pasado, tras reunirse con rectores, científicos e ingenieros (entre ellos Carlos Slim), Andrés Manuel López Obrador dijo que con su llegada a la Presidencia y su propuesta de arrancar la Cuarta Transformación de la república, también llegaría el fin de las políticas neoliberales en México. “En este periodo de transición no sólo se está terminando el sexenio de Enrique Peña Nieto, es el final de un modelo que fracasó: el neoliberalismo, afirmó”.

Un día antes, tras reunirse con el Consejo Mexicano de Negocios, López Obrador dijo que México puede ser una potencia económica mundial porque, “tenemos muchos recursos naturales, tenemos un pueblo muy trabajador y empresarios que van a invertir”. Es decir, se tienen recursos naturales, mano de obra y capital. ¿Qué no es así como ha funcionado el capitalismo a lo largo de su historia?

La declaración de que terminará el neoliberalismo, además, se pone en duda con la mayoría de acciones y programas que está planteando el equipo de Gobierno de López Obrador. El neoliberalismo no se terminará con lo que hasta ahora propone el próximo Presidente. Y combatir el capitalismo, ni siquiera está en los planes del futuro Gobierno. 

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