* Competencia

Los candidatos a recoger la estafeta que hasta el Mundial de Rusia estuvo en manos de Juan Carlos Osorio, saben que el silencio —al que se asocia con virtudes como la mesura, la discreción y la prudencia—, en el oficio del que han hecho su modus vivendi, es, en ciertos momentos, una regla de oro. Hay tiempos de hablar…  y tiempos de callar. Los de hablar llegarán cuando se produzca el “destape” —para decirlo con un mexicanismo— y deban darse a conocer las líneas generales del plan de trabajo que se pretenda desarrollar. Mientras ese momento no llegue, lo más sensato es refugiarse en la sabiduría del aforismo: “En boca cerrada no entran moscas”.

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De los candidatos que se encuentran en el mercado doméstico —digámoslo así—, dos ya se han descartado abiertamente: “Tuca” Ferretti al declarar que sólo tiene en mente su actual compromiso con los “Tigres”; Miguel Herrera al enfatizar que sólo piensa en su actual campaña con el América. Matías Almeyda, a su vez, al no concretarse la invitación a hacerse cargo del “Tri” con la premura que había previsto, ya ha admitido que sopesa la posibilidad de que la selección nacional de Costa Rica sea su próximo destino.

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Cuando fue cesado como técnico nacional, hace tres años, por razones extra futbolísticas suficientemente discutidas y valoradas, Herrera apuntó que intentaría, con el tiempo y el ganchito consabido, volver. Parte de la estrategia para hacer efectivo ese reto que se impuso consiste en esperar; después de todo, las maduras se caen del árbol por su propio peso.

En cuanto a “Tuca”, su insistencia en dar por cerrado su ciclo como técnico nacional con los cuatro partidos en que fungió como interino, podría asociarse con las enseñanzas de El Principio de Peter, cuyo autor (Lawrence J. Peter) plantea la teoría de que, en el mundo empresarial, los empleados y las propias empresas tienen la tendencia a ascender o a promover ascensos… hasta encontrarle al trabajador el puesto para el que es incompetente.

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“Tuca” es uno de los técnicos que más títulos ha ganado en México —sólo Nacho Trelles lo supera— porque ha dirigido principalmente equipos de club que no tenían la limitación de extranjeros que sí tendría la Selección… y que sí tuvo el Guadalajara, con el que ganó una Liga.

Es probable que Ferretti —nada tonto…— haya aprendido la lección.