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¿Qué personas NO deben comer cebolla?

La cebolla, una de las verduras más empleadas en la historia de la gastronomía, que además, aporta grandes beneficios para la salud

La cebolla es uno de los ingredientes esenciales en la cocina mexicana, apreciada por su sabor y versatilidad en preparaciones crudas, deshidratadas, fritas o como condimento para realzar los platillos. Sin embargo, más allá de su papel en la gastronomía, también es una importante fuente de nutrientes, sin embargo, no todas las personas pueden aprovechar de la misma forma sus beneficios.

Según el Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD), la cebolla es un alimento funcional gracias a su contenido de nutrientes y compuestos azufrados. Sus propiedades antibacterianas, antivirales, antioxidantes, antidiabéticas, anticancerígenas, antiinflamatorias y prebióticas la convierten en una aliada para prevenir enfermedades cardiovasculares, respiratorias, trastornos renales, obesidad e hipertensión.

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Rica en vitamina C, fibra y flavonoides como la quercetina y el canferol, favorece la salud digestiva, fortalece el sistema inmunológico y protege las funciones cerebrales. Además, sus compuestos de azufre —responsables de su característico aroma y del lagrimeo al cortarla— contribuyen a sus efectos benéficos.

¿Quiénes deben moderar o evitar su consumo?

Aunque consumir cebolla de forma moderada es seguro para la mayoría, existen casos donde se aconseja limitar su ingesta:

  • Personas con hipertensión bajo tratamiento: la cebolla puede potenciar el efecto de los medicamentos y provocar desequilibrios en la presión arterial.
  • Quienes padecen problemas digestivos: en casos de acidez, colon irritable o gastritis, su contenido de azufre puede aumentar la acidez gástrica y empeorar los síntomas.
  • Individuos propensos a flatulencias: en estos casos, se recomienda consumirla asada, frita o caramelizada para reducir molestias.

Ante cualquier duda o condición específica, lo ideal es consultar con un profesional de la salud para asegurar un consumo adecuado y aprovechar al máximo sus propiedades.

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