Vuelven las "Lágrimas de agua dulce"
La puesta en escena reconocida el año pasado como la mejor de la ciudad por los Premios del Público al Teatro, podrá ser disfrutada nuevamente
La obra de teatro “Lágrimas de agua dulce” es una historia que vive dentro de un libro pop-up, donde en cada página se desdobla un escenario para que los personajes habiten, conducidos por una cuentacuentos (Andrea Belén Sánsa).
Dirigida por Julia Testa y con dramaturgia de Jaime Chabaud, la pieza cuenta la historia de “Sofía”, una niña cuyo llanto tiene una particularidad: “Tiene un don muy especial: llora lágrimas de agua dulce, en un pueblo que atraviesa por una sequía. Cuando el mundo adulto se da cuenta de que sus lágrimas son potables, de que son dulces, quieren quedarse con la niña, hacerla trabajar todo el día. Es una forma de explotación”, comentó la directora en el Estudio Diana, foro que este mes de mayo recibe una temporada de la obra.
La trama se desarrolla con la ayuda de un amigo de “Sofía”: “Ella tiene un mejor amigo, ‘Felipe’, el único que se da cuenta que lo que le están haciendo está mal. El niño hace cosas en pro de que su amiga se sienta mejor, que juegue. La reflexión es hablar sobre los derechos de los niños, de una infancia sana y feliz, no cargar a los niños con responsabilidades que no son de su edad”. Para la directora, montar esta pieza fue relevante por su temática: “El texto habla sobre un tema que me parece muy importante: los derechos de los niños”.
Diseño gráfico digno de premios
“Lágrimas de agua dulce” se estrenó en febrero del año pasado, luego de un proceso de adaptación, ensayos, creación de títeres y libro: “Somos un proyecto beneficiado por Proyecta Producciones. Lo que más hemos trabajado fue el concepto de puesta en escena, a lo que me aventé de cabeza: es teatro de títeres de papel en pequeño formato. La idea es que toda la historia saliera a través de las páginas de un libro pop-up, así quería contar este espectáculo”, comentó Julia.
La directora abundó en cómo se creó el dispositivo escénico del libro: “Nos apoyamos de un grupo de diseñadores gráficos, Avión de Papel, quienes nos ayudaron con la imagen del libro (el escenario). Y del cartel: ganamos en los Premios del Público que otorga Cultura UDG, y también ganó como mejor imagen publicitaria. Fue un trabajo muy bonito, también desde el lado del diseño gráfico”.
Diversión con cuentacuentos
El texto original no incluye a la cuentacuentos, ni se pensó como monólogo. Julia tomó estas decisiones con permiso del autor, y propuso el proyecto a Andrea Belén Sánsa, quien interpreta a la cuentacuentos y a los personajes de la historia: “Hay otros personajes a los que doy vida. Fue complejo desde eso: nunca había hecho tantos personajes en una sola obra, nunca había hecho un monólogo. Lo más que había hecho eran cuatro personajes en una sola puesta. Fue retomar un poco ese proceso y crecerlo”, dijo Andrea.
La actriz se sumó al proyecto al conocer a los personajes, físicamente: “No conocía el texto. Julia me llamó cuando ya tenía avanzado el proceso de producción, ya tenía los ‘domies’ del libro y algunos de los títeres. Me enseñó el títere y fue eso. Busqué el tiempo para hacerlo. Al conocer el texto fue el doble de enamoramiento: lo que me enamoró fue la idea del libro pop-up y los títeres, que ya tengo algunos años trabajando”.
¡Asiste!
“Lágrimas de agua dulce” en el Estudio Diana, domingos de mayo (5, 12, 19 y 26), 13:00 horas. Boletos en taquilla y en el sistema Ticketmaster: $110 pesos general; $90 pesos estudiantes, maestros, egresados y tercera edad; $80 pesos preventa.