Visión y decisión


La pedacera de los partidos políticos tiene su origen en la administración del poder y el costo que representa para el pueblo; al erario que vía subsidios ha convertido nuestra democracia en un caro y adicionalmente costoso bien, hasta ahora con dificultades expuestas en la supresión de funcionarios y ausencia de resultados para la sociedad.
 
Fisuras, fracturas y facturas

La pedacera actual es réplica de lo ocurrido al Partido Revolucionario Institucional hace poco más de 20 años por la ambición incontrolable, entonces con ideales de ideología izquierdista y ahora con la impureza de la ambición económica con que los partidos, vía legislativa, han arrinconado al Gobierno federal.

En estas condiciones, los proyectos del Presidente Calderón cuestan, pero no fructifican, convertidos materia de invariable contradicción por parte de los partidos que de manera cómoda apuntan a la negativa y hasta absurda posición, como la propuesta de consulta nacional sobre la reforma energética; como si fuera algo controlable por la sociedad y no por los técnicos en quienes reside, o debiera residir, la voz de la certidumbre de yacimientos, explotación y refinamiento del petróleo nuestro de cada día.

Los cambios en la Secretaría de Gobernación aún no rinden beneficio y ya apuntan a desprestigio, en el cual se vincula el viaje del Presidente Calderón a España, con acceso a la tribuna legislativa o la recepción del rey Juan Carlos, con lo que se marcan precedentes. ¿Costo o beneficio? Gestión de grupos interesados ¿en qué y de dónde proviene la factura? ¿Qué bien llega con esas gracias?

Es complejo atinar los cambios, sus causas y consecuencias en relación con el señor Juan Camilo Mouriño y personas provenientes de la administración Fox: Eduardo Sojo en Economía y Alberto Cárdenas en Agricultura, este último oponente del propio Felipe Calderón en el Partido Acción Nacional, entonces presidido por Manuel Espino y ahora por Germán Martínez, quien sorpresivamente destituyó a Santiago Creel Miranda, coincidentemente, también ex precandidato a la Presidencia apoyado por el Presidente Fox.

La izquierda guerrera quedó reducida al oprobio del ridículo, sin la cohesión que alguna vez tuvo con personalidades como Porfirio Muñoz Ledo y Cuauhtémoc Cárdenas. La invencible estructura del Partido Revolucionario Institucional perdió, entre otros, al Sindicato Magisterial que conduce la siempre discutida y jamás vencida Elba Esther Gordillo; ya no existe el equilibrio idóneo de un Fidel Velázquez Sánchez, y al Partido Acción Nacional corroe la débil fuerza que lo encumbró hasta el poder.

La carencia de liderazgo al interior de los partidos se refleja en la inconsistencia para acercar los hombres convencidos y con capacidad a los puestos de elección popular. El primer gran reto será julio de 2009, y de acuerdo a los tiempos políticos, ya está aquí.

Dios nos guarde de la discordia.

CARLOS CORTÉS VÁZQUEZ / Consultor en comunicación.
Correo electrónico: sicpm@informador.com.mx
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