De alcance nacional
Tal parece que algunas fuerzas del mal están desatadas en el Estado de Jalisco, por lo que definitivamente algo se tiene que hacer, y pronto, pues de lo contrario el Poder Judicial puede ser arrastrado a una situación igual o peor a la de los poderes Ejecutivo y Legislativo.
El Artículo 49 de la Carta Magna establece que el Supremo Poder de la Federación recae en los poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial, por lo que se entiende que en los estados de la República el precepto prevalece, lo malo es que en Jalisco, los “poderes” andan de cabeza.
Vea usted si no: Lejos de dar continuidad a un plan de desarrollo, o crear uno a su “leal saber y entender”, el Poder Ejecutivo se ha dedicado a denostar a sus adversarios, sean éstos de su propio partido político o no, además de ofender a sus gobernados con palabras vulgares y fuera de lugar, lo que le resta toda credibilidad.
Por su parte, en el Legislativo se han empeñado —y lo están logrando— en alcanzar el título indiscutible de la peor Legislatura de todos los tiempos, dudoso honor que la Legislatura anterior se había ganado a pulso, pero en donde la nueva versión resulta corregida y aumentada en cuanto a las “acciones” emprendidas por quienes ahí cobran.
En contraparte, el Poder Judicial se había mantenido al margen de chismes, sin embargo, en la última semana salió a la luz pública una demanda, nada menos que en contra del presidente del Supremo Tribunal de Justicia del Estado, el magistrado Celso Rodríguez González, lo que lleva a encender las luces de alerta, pues no es posible que también este poder sea arrastrado hacia la falta de credibilidad, tal y como ya sucede con sus pares.
De acuerdo con la teoría jurídica, en nuestro país nadie es culpable hasta que le sea demostrado, aunque en la práctica más bien pareciera que “nadie es inocente hasta que lo pueda demostrar”.
Ante estas penosas circunstancias, vale la pena recordar que el Poder Ejecutivo se debe desempeñar como regulador del funcionamiento administrativo, conforme a las leyes existentes. Mientras que al Poder Legislativo corresponde dictar las leyes que considere necesarias para la sana convivencia de la sociedad, y al Poder Judicial ¡resolver las controversias existentes, aplicando la ley!
Es una lástima que por la ambición predominante en algunos elementos de Acción Nacional —entre los cuales destaca un miembro de la Legislatura anterior— no reparen en el mal que provocan a la sociedad.
Habrá que estar al pendiente de las pruebas de la denunciante del titular del Supremo Tribunal de Justicia, de quien se dice viene trabajando en la erradicación de las presiones externas que se ejercen en los responsables de practicar la justicia, quienes de antemano cuentan con una carga de trabajo desproporcionada, como para que además reciban presiones de otro tipo para favorecer a “maleantes” sólo porque cuentan con influencias o son seguidores del “poderoso caballero don dinero”.
CUAUHTÉMOC CISNEROS MADRID / Presidente de Comunicación Cultural, A.C., Asociación de Periodistas de Prensa, Radio y Televisión.
Correo electrónico: ccmadrid@att.net.mx
Tal parece que algunas fuerzas del mal están desatadas en el Estado de Jalisco, por lo que definitivamente algo se tiene que hacer, y pronto, pues de lo contrario el Poder Judicial puede ser arrastrado a una situación igual o peor a la de los poderes Ejecutivo y Legislativo.
El Artículo 49 de la Carta Magna establece que el Supremo Poder de la Federación recae en los poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial, por lo que se entiende que en los estados de la República el precepto prevalece, lo malo es que en Jalisco, los “poderes” andan de cabeza.
Vea usted si no: Lejos de dar continuidad a un plan de desarrollo, o crear uno a su “leal saber y entender”, el Poder Ejecutivo se ha dedicado a denostar a sus adversarios, sean éstos de su propio partido político o no, además de ofender a sus gobernados con palabras vulgares y fuera de lugar, lo que le resta toda credibilidad.
Por su parte, en el Legislativo se han empeñado —y lo están logrando— en alcanzar el título indiscutible de la peor Legislatura de todos los tiempos, dudoso honor que la Legislatura anterior se había ganado a pulso, pero en donde la nueva versión resulta corregida y aumentada en cuanto a las “acciones” emprendidas por quienes ahí cobran.
En contraparte, el Poder Judicial se había mantenido al margen de chismes, sin embargo, en la última semana salió a la luz pública una demanda, nada menos que en contra del presidente del Supremo Tribunal de Justicia del Estado, el magistrado Celso Rodríguez González, lo que lleva a encender las luces de alerta, pues no es posible que también este poder sea arrastrado hacia la falta de credibilidad, tal y como ya sucede con sus pares.
De acuerdo con la teoría jurídica, en nuestro país nadie es culpable hasta que le sea demostrado, aunque en la práctica más bien pareciera que “nadie es inocente hasta que lo pueda demostrar”.
Ante estas penosas circunstancias, vale la pena recordar que el Poder Ejecutivo se debe desempeñar como regulador del funcionamiento administrativo, conforme a las leyes existentes. Mientras que al Poder Legislativo corresponde dictar las leyes que considere necesarias para la sana convivencia de la sociedad, y al Poder Judicial ¡resolver las controversias existentes, aplicando la ley!
Es una lástima que por la ambición predominante en algunos elementos de Acción Nacional —entre los cuales destaca un miembro de la Legislatura anterior— no reparen en el mal que provocan a la sociedad.
Habrá que estar al pendiente de las pruebas de la denunciante del titular del Supremo Tribunal de Justicia, de quien se dice viene trabajando en la erradicación de las presiones externas que se ejercen en los responsables de practicar la justicia, quienes de antemano cuentan con una carga de trabajo desproporcionada, como para que además reciban presiones de otro tipo para favorecer a “maleantes” sólo porque cuentan con influencias o son seguidores del “poderoso caballero don dinero”.
CUAUHTÉMOC CISNEROS MADRID / Presidente de Comunicación Cultural, A.C., Asociación de Periodistas de Prensa, Radio y Televisión.
Correo electrónico: ccmadrid@att.net.mx