En la confluencia actual de tres crisis: I.- La crisis debido a la falta de sustentabilidad del planeta Tierra; II.- La crisis social mundial, y III. -La crisis del calentamiento creciente.
A nivel social, casi la mitad de la Humanidad vive hoy por debajo del nivel de miseria. Las cifras son aterradoras. El 20% más rico consume 82.49% de toda la riqueza de la Tierra, y el 20% más pobre se tiene que contentar con un minúsculo 1.6%. En cuanto al calentamiento de la Tierra, en los próximos años habrá entre 150 y 200 millones de refugiados climáticos. Las previsiones más dramáticas hablan de un aumento para 2035 de 4°C. Y se especula para finales de siglo un aumento de 7°C. Ningún tipo de vida hoy conocido podrá sobrevivir. La Humanidad está hoy consumiendo 30% más de la capacidad de reposición.
Es decir 30% más de lo que la Tierra misma puede reponer.
En 1961 precisábamos de la mitad de la Tierra para dar respuesta a las demandas humanas. En 1981 se daba un empate, es decir ya necesitábamos a la Tierra entera. En 2008, superamos 30%. La Tierra está dando señales inequívocas de que ya no aguanta más. Si se mantiene el crecimiento del Producto Interno Bruto mundial entre 2-3% por año, como está previsto, en 2050 necesitaríamos dos planetas Tierra para dar respuesta al consumo, lo que es imposible porque contamos con sólo una.
No podemos producir como lo venimos haciendo hasta ahora. El actual modelo de producción, el capitalista, parte del falso presupuesto que la Tierra es como un gran baúl del cual se pueden sacar recursos indefinidamente para obtener beneficios con la mínima inversión posible en el tiempo más corto. Hoy queda claro que la Tierra es un planeta pequeño, viejo y limitado que no soporta una explotación ilimitada. Tenemos que dirigirnos hacia otras formas de producción y asumir hábitos de consumo distintos. Producir para responder a las necesidades humanas en armonía con la Tierra, respetando sus límites, con un sentido de igualdad y de solidaridad con las generaciones futuras. Eso es el nuevo paradigma de civilización. Me preocupa la irresponsabilidad de muchos gobiernos, que no quieren establecer metas consistentes para la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y salvar el clima. ¡Una verdadera ecomiopía.
CARLOS CORVERA GIBSONE / Analista político.
Correo electrónico: carloscorvera@me.com