No podía ser de otra manera
Finalmente, luego de la petición del cardenal Juan Sandoval Íñiguez a los miembros de la Comisión de Finanzas de la Fundación pro Construcción del Santuario de los Mártires, de que devolviera el donativo de 30 millones de pesos entregado por el Gobierno del Estado en marzo pasado, el anuncio llegó: los 30 millones de pesos serán devueltos con todo e intereses el próximo lunes, y los 60 millones de pesos restantes no serán aceptados.
En uno de los dos actores involucrados cupo la prudencia (el arzobispo de Guadalajara), y eso, en estos tiempos, es algo para celebrar. Y también son para celebrar los movimientos ciudadanos que surgieron a partir de la macrolimosna a favor del buen uso de los recursos públicos y por la defensa del Estado laico y, por supuesto, la decisión de los encargados de las finanzas del Santuario que atendieron la solicitud del cardenal, porque, en realidad, tenían la puerta abierta para no hacerlo. La decisión no fue nada fácil, y tan no lo fue que primero pasaron casi tres meses de polémica y polarización y, después, por lo menos dos sesiones entre los integrantes de la fundación para tomar una determinación.
Por el lado que se le vea son buenas noticias. También por supuesto, la convicción que casi todos los actores tienen con respecto al hecho: experiencia, lecciones que aprender.
Es bueno además, contrario a lo que pudiera parecer, conocer la reacción del gobernador del Estado, Emilio González Márquez, quien calificó el asunto de “anécdota social”, porque eso nos confirma la idea de que mantiene altos, muy altos los niveles de soberbia, y los ciudadanos muy poco, o nada, podemos esperar de él. Ya lo sabemos, y es mejor esta certeza que la esperanza que guardábamos muchos de que el titular del Ejecutivo estatal recapacitara y se enmendara. Eso, hoy, se antoja punto menos que imposible.
Los argumentos del cardenal Juan Sandoval dichos por él en su mensaje de la semana pasada, son para mantenerlos frescos en la memoria; para este asunto y para otros, primero está la armonía que la división, primero la paz que la guerra, primero la concordia que el encono.
Ojalá (no puedo dejar de desearlo) el gobernador cambie su idea (para él y para otros, genial) de ganar espacios en los medios de comunicación, sobre todo si se transmiten a nivel nacional e incluso allende las fronteras, vía el escándalo y el fomento de la división entre los jaliscienses. Ojalá… también se requiere prudencia y, fundamentalmente, inteligencia. A ver.
LAURA CASTRO GOLARTE / Periodista.
Correo electrónico: lauracastro05@gmail.com
Finalmente, luego de la petición del cardenal Juan Sandoval Íñiguez a los miembros de la Comisión de Finanzas de la Fundación pro Construcción del Santuario de los Mártires, de que devolviera el donativo de 30 millones de pesos entregado por el Gobierno del Estado en marzo pasado, el anuncio llegó: los 30 millones de pesos serán devueltos con todo e intereses el próximo lunes, y los 60 millones de pesos restantes no serán aceptados.
En uno de los dos actores involucrados cupo la prudencia (el arzobispo de Guadalajara), y eso, en estos tiempos, es algo para celebrar. Y también son para celebrar los movimientos ciudadanos que surgieron a partir de la macrolimosna a favor del buen uso de los recursos públicos y por la defensa del Estado laico y, por supuesto, la decisión de los encargados de las finanzas del Santuario que atendieron la solicitud del cardenal, porque, en realidad, tenían la puerta abierta para no hacerlo. La decisión no fue nada fácil, y tan no lo fue que primero pasaron casi tres meses de polémica y polarización y, después, por lo menos dos sesiones entre los integrantes de la fundación para tomar una determinación.
Por el lado que se le vea son buenas noticias. También por supuesto, la convicción que casi todos los actores tienen con respecto al hecho: experiencia, lecciones que aprender.
Es bueno además, contrario a lo que pudiera parecer, conocer la reacción del gobernador del Estado, Emilio González Márquez, quien calificó el asunto de “anécdota social”, porque eso nos confirma la idea de que mantiene altos, muy altos los niveles de soberbia, y los ciudadanos muy poco, o nada, podemos esperar de él. Ya lo sabemos, y es mejor esta certeza que la esperanza que guardábamos muchos de que el titular del Ejecutivo estatal recapacitara y se enmendara. Eso, hoy, se antoja punto menos que imposible.
Los argumentos del cardenal Juan Sandoval dichos por él en su mensaje de la semana pasada, son para mantenerlos frescos en la memoria; para este asunto y para otros, primero está la armonía que la división, primero la paz que la guerra, primero la concordia que el encono.
Ojalá (no puedo dejar de desearlo) el gobernador cambie su idea (para él y para otros, genial) de ganar espacios en los medios de comunicación, sobre todo si se transmiten a nivel nacional e incluso allende las fronteras, vía el escándalo y el fomento de la división entre los jaliscienses. Ojalá… también se requiere prudencia y, fundamentalmente, inteligencia. A ver.
LAURA CASTRO GOLARTE / Periodista.
Correo electrónico: lauracastro05@gmail.com