No es igual ‘‘Maquío’’ que Manuel
En el inicio de la década de los ochenta, Manuel de Jesús Clouthier del Rincón era el máximo dirigente del ámbito empresarial de México, y siendo un próspero empresario del sector agropecuario en Sinaloa, encabezó una cruzada por todo el país para levantar la inconformidad de los empresarios contra el Gobierno nacionalizador de la banca de José López Portillo.
“Maquío” era el nombre de batalla de Clouthier, quien en 1988 se convirtió en el candidato presidencial del Partido Acción Nacional (PAN), en la que fue la más enigmática elección de las últimas décadas, porque, aunque el triunfador oficial fue Carlos Salinas de Gortari, ni Clouthier ni el candidato del frente opositor de la izquierda, Cuauhtémoc Cárdenas, reconocieron nunca las cifras oficiales que le dieron la victoria al priista.
A partir de aquella gesta electoral que encabezó “Maquío”, en el PAN se convirtió en un ícono de la pujanza opositora, de la lucha ciudadana, de la confrontación ante el autoritarismo gubernamental. Decir Clouthier entre los panistas era decir apellido respetable, casi intocable.
Pero los hijos de “Maquío” han salido respondones. Primero Tatiana abandonó las filas del PAN, tras haber ocupado una diputación federal y apenas el pasado 5 de julio contendió por la alcaldía de San Pedro Garza García, en Nuevo León, cuya elección ganó el controvertido panista Mauricio Fernández Garza, quien obtuvo 27 mil 246 sufragios, contra 15 mil 125 del aspirante de la coalición Juntos por Nuevo León, Juan Carlos Pérez Góngora, y 13 mil 713 sufragios de Tatiana Clouthier, quien se postuló como candidata ciudadana.
Ahora Manuel Clouthier Carrillo se puso en el centro de la polémica y al borde de la expulsión de su partido, porque en declaraciones públicas criticó al Presidente Felipe Calderón por no asumir su responsabilidad en la lucha contra la delincuencia organizada en Sinaloa.
La dirigencia de Acción Nacional dijo que la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado se ha realizado sin “distingos, de manera frontal y directa” en contra de todas las organizaciones delictivas, mediante un comunicado. Esto ante la insinuación de que sólo se está confrontando a ciertas organizaciones criminales, dejando intactas a otras.
“El Comité Ejecutivo Nacional (CEN) acordó desautorizar las declaraciones del diputado Manuel Jesús Clouthier Carrillo, en términos de la fracción XXIII del artículo 64 de los Estatutos Generales del partido, pues éstas son contrarias a los lineamientos políticos del PAN y causan perjuicio a los intereses de Acción Nacional y del Gobierno federal”.
Más aún, la bancada panista en San Lázaro le exigió a Clouthier mayor responsabilidad en sus afirmaciones, o que deje su curul al suplente, porque “un legislador del PAN no le puede regatear al Presidente la lucha de su gobierno para combatir uno de los cánceres sociales más fuertes que tiene el país”.
Algo está pasando en el PAN y en el gobierno calderonista que les está llevando a los límites de la intolerancia. El espíritu crítico de “Maquío”, considerado como un valor fundamental de la lucha blanquiazul como oposición, ahora se ha convertido en un ingrediente incómodo para el partido que accedió al poder.
Flaca memoria de los dirigentes panistas. ¡Lástima!
VÍCTOR E. WARIO / Periodista.
Correo electrónico: vwario@hotmail.com
En el inicio de la década de los ochenta, Manuel de Jesús Clouthier del Rincón era el máximo dirigente del ámbito empresarial de México, y siendo un próspero empresario del sector agropecuario en Sinaloa, encabezó una cruzada por todo el país para levantar la inconformidad de los empresarios contra el Gobierno nacionalizador de la banca de José López Portillo.
“Maquío” era el nombre de batalla de Clouthier, quien en 1988 se convirtió en el candidato presidencial del Partido Acción Nacional (PAN), en la que fue la más enigmática elección de las últimas décadas, porque, aunque el triunfador oficial fue Carlos Salinas de Gortari, ni Clouthier ni el candidato del frente opositor de la izquierda, Cuauhtémoc Cárdenas, reconocieron nunca las cifras oficiales que le dieron la victoria al priista.
A partir de aquella gesta electoral que encabezó “Maquío”, en el PAN se convirtió en un ícono de la pujanza opositora, de la lucha ciudadana, de la confrontación ante el autoritarismo gubernamental. Decir Clouthier entre los panistas era decir apellido respetable, casi intocable.
Pero los hijos de “Maquío” han salido respondones. Primero Tatiana abandonó las filas del PAN, tras haber ocupado una diputación federal y apenas el pasado 5 de julio contendió por la alcaldía de San Pedro Garza García, en Nuevo León, cuya elección ganó el controvertido panista Mauricio Fernández Garza, quien obtuvo 27 mil 246 sufragios, contra 15 mil 125 del aspirante de la coalición Juntos por Nuevo León, Juan Carlos Pérez Góngora, y 13 mil 713 sufragios de Tatiana Clouthier, quien se postuló como candidata ciudadana.
Ahora Manuel Clouthier Carrillo se puso en el centro de la polémica y al borde de la expulsión de su partido, porque en declaraciones públicas criticó al Presidente Felipe Calderón por no asumir su responsabilidad en la lucha contra la delincuencia organizada en Sinaloa.
La dirigencia de Acción Nacional dijo que la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado se ha realizado sin “distingos, de manera frontal y directa” en contra de todas las organizaciones delictivas, mediante un comunicado. Esto ante la insinuación de que sólo se está confrontando a ciertas organizaciones criminales, dejando intactas a otras.
“El Comité Ejecutivo Nacional (CEN) acordó desautorizar las declaraciones del diputado Manuel Jesús Clouthier Carrillo, en términos de la fracción XXIII del artículo 64 de los Estatutos Generales del partido, pues éstas son contrarias a los lineamientos políticos del PAN y causan perjuicio a los intereses de Acción Nacional y del Gobierno federal”.
Más aún, la bancada panista en San Lázaro le exigió a Clouthier mayor responsabilidad en sus afirmaciones, o que deje su curul al suplente, porque “un legislador del PAN no le puede regatear al Presidente la lucha de su gobierno para combatir uno de los cánceres sociales más fuertes que tiene el país”.
Algo está pasando en el PAN y en el gobierno calderonista que les está llevando a los límites de la intolerancia. El espíritu crítico de “Maquío”, considerado como un valor fundamental de la lucha blanquiazul como oposición, ahora se ha convertido en un ingrediente incómodo para el partido que accedió al poder.
Flaca memoria de los dirigentes panistas. ¡Lástima!
VÍCTOR E. WARIO / Periodista.
Correo electrónico: vwario@hotmail.com