¡Guadalajara!, “puesum”...


Gracias, muchas gracias, señor alcalde de Guadalajara. por su inapreciable invitación que me llegó por conducto de EL INFORMADOR, para participar en el diálogo, en corto y en directo, acerca de aquellas políticas de carácter urbano para engrandecer el significado que ya de por sí tiene Guadalajara, “La Perla Tapatía”, y que es orgullo no solamente de sus lugareños, sino de todos los mexicanos que la consideramos como una urbe transparente y encantadoramente provinciana, no obstante lo majestuoso de su trajín cotidiano y el empuje constante de una labor asaz y tesonera de su pueblo generoso y hospitalario.

¿Qué significa la presencia de Guadalajara en el principio de la patria mexicana? Simple y llanamente el símbolo, el emblema supremo e insistituible de la mexicanidad, pues ha aportado signos adoptados para representar el significado y la razón de ser de nuestra condición humana y social.

Guadalajara, en efecto, es una gran ciudad con vocación humana, pero que pugna por superarse en todos sentidos, en todos los complejos aspectos de la vida moderna. El quehacer cotidiano, en los tiempos actuales, se lleva a cabo exactamente en las ciudades, pero el reto de todas y cada una de ellas es mejorar, en todos sentidos, la calidad de la vida humana que es el recurso más valioso que hay en la Tierra, y todo ese esfuerzo debe estar encaminado a lograr mejoramientos constantes en ese sentido.

Nuestra Guadalajara, la Guadalajara mexicana, es mundialmente conocida por muchos motivos, por muchas razones, por muchos conceptos y realidades. Pero no estaría por demás mejorar los medios de transporte citadinos y evitar por diversas políticas, el crecimiento sin control de la mancha urbana, es decir, la conurbación con municipios aledaños.

Guadalajara, nuestra Guadalajara, efectivamente tiene muchos retos, y uno de ellos es la celebración de los próximos Juegos Deportivos Panamericanos, que sin duda, con ese espíritu cálido y humano de sus habitantes, será un acontecimiento fastuoso, inolvidable, entre otros motivos por el carácter hospitalario y acogedor de sus habitantes, y también, por supuesto, por el entusiasmo de hombres públicos modernos, como lo es usted, el actual alcalde de la segunda ciudad más importante de nuestro México.

La seguridad pública, la creación de nuevos empleos y la promoción de la convivencia humana en todas sus complicadas facetas, podrían ser renglones dignos de tomar en cuenta para esa ciudad cálida y floreciente, famosa además por la belleza de sus mujeres y la bizarría de sus varones.

“La Perla Tapatía”, “La Perla de Occidente”, la Guadalajara mexicana ya es, señor alcalde, ejemplo a seguir por otras ciudades mexicanas, y también latinoamericanas; pero, en efecto, hay que superar metas.

Muchas gracias, de nueva cuenta, doctor Petersen, por su invitación, y además enhorabuena por su gestión. Lo hemos visto actuar por medio de la televisión, y efectivamente tiene este carisma y vocación de servidor público, es decir, ganas de hacer las cosas. Es usted el tipo de funcionario moderno a la medida de las exigencias actuales; vamos, el tipo de hombre que necesita México.

MANUEL LÓPEZ DE LA PARRA / Periodista.
Correo electrónico: loppra@economia.unam.mx
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