En dos por tres Por LUIS SANDOVAL GODOY

Columna En dos por tres Por LUIS SANDOVAL GODOY

El campo

Tema de discordias, bastión de políticos, riesgoso callejón de encuentros enconados, en esto se ha convertido el campo mexicano, y no en lo que en pueblos de otras latitudes, las gentes de bien, han  querido hacer de la campiña, para vivir con felicidad en la cercanía y cultivo de la tierra, como fuente de vida, principio de bienestar, sitio de convivencia amistosa.

La historia mexicana se ha vuelto de siglos atrás un forcejeo violento por la posesión y dominio de la tierra en provecho egoísta. Se le ha convertido en punto de reclamos airados, desencanto de quienes habían visto en nuestro horizonte un florido y bello edén, y ahora lo ven trocado en odio, en aridez, en hambre, en soledad… “Cuatro milpas tan sólo han quedado…”

Los pueblos


Se dice que el país volvió la espalda al campo, a la provincia, al encanto de pueblos como huerto cerrado, como paraíso escondido de aire limpio, luz clara, una vida en armonioso diálogo, mientras muchos pueblerinos vienen a la ciudad y viven hacinados en estrecha vivienda, un aire contaminado, alimentos alterados, odios y desavenencias de barrio.

Y de repente, ahora consideran las autoridades que la vida en los pueblos tiene atractivos que no tienen las ciudades y piensan en ofrecer rutas turísticas de paseo y atractivo, señalando los alicientes naturales: La vegetación, la montaña y el río, o las tradiciones que han guardado por siglos nuestros pueblos; así hablan de ir a rumbos de Talpa, Totatiche, Bolaños, en fin…

La gente

Pero este retorno a sitios que regala la Naturaleza, piensa también en el estilo de la  gente, en los habitantes de los pueblos, con su visión de la vida y del mundo, los valores del hombre, las inquietudes y las apetencias humanas que no encuentra en las ciudades donde la gente se apiña en nudo humano, alimento de codicia, envidia, y suciedad.

La sinceridad del hombre de pueblo, abierto el corazón, libre la mente, la voluntad puesta al servicio de quien demanda ayuda; todo eso en visión entretejida a la Naturaleza que da al campesino, a los habitantes de los pueblos, una viva expresión de generosidad, nobleza y verdad, no las ruindades donde esconden sus truhanerías muchos hombres de la ciudad.

LUIS SANDOVAL GODOY / Escritor.

EL INFORMADOR 05-02-08 IJALH

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