El color de nuestra piel

Persiste un antecedente que a través del tiempo ha causado y sigue causando, no solamente controversias verbales, sino que es la causa de conflictos muy graves, motivo de enfrentamientos y polarización de interese políticos que de distinta manera se han manifestado a través de los tiempos, simple y sencillamente por que se considera que la raza  químicamente pura, la caucásica, la europea, o sea el hombre de tez blanca, pelo rubio y ojos azules, es el prototipo superior de la raza humana, y por ende, es el que está llamado a ocupar  “per secula secolorum”, la hegemonía política, cultural, social y económica, y que el resto del pueblo que no tenga esas características, sencillamente estarán en una situación de inferioridad, de discriminación, de subordinación, de marginación permanente.

Desde este punto de vista podríamos afirmar que ha sido el color de la piel del ser humano, el factor determinante que ha orientado en este sentido a la trayectoria de la Humanidad, porque se ha robustecido la afirmación de que la historia se debe ubicar con toda precisión en el eurocentrismo, y ha si el Occidente ha sido el faro que ha iluminado el desarrollo de una cultura, soslayando a la de otros pueblos como es el caso de las grandes culturas mesoamericana, por lo que la pauta a seguir ha de ser el modelo trazado por los artífices de la así llamada cultura grecorromana.

Pero semejante tesis tiene muchos detalles meramente subjetivos que supuestamente la apuntalan. Sin manejar argumentos científicos diríamos, se arguye simplemente que el desarrollo de la humanidad se debe a las acciones inteligentes y creativas  de los pueblos de raza blanca, pero sin lanzar objetivamente el significado de lo que se considera como casta o calidad de origen o linaje.  Recordemos que la raza humana viene a ser una agrupación de individuos, con un conjunto de características comunes.

Tradicionalmente se han distinguido tres razas, a saber, blancos o leucotermos; amarillo (xantodermos), y negros, o melanodermos.

Seguramente la pigmentación de la piel de ser humano se debe a que la naturaleza lo a dictado de esa especie de defensa en contra de los rigores climáticos, por lo que el color  de la piel no determina precisamente el grado de inteligencia y de creatividad de cada individuo, sea de raza blanca, amarilla o negra.

Las profundas desigualdades socioeconómicas y políticas entre los pueblos de una raza y otra se deben a otros factores históricos,  que han propiciado el entronizamiento secular de los pueblos indoeuropeos, mismos que han alcanzado un desarrollo espectacular, también debido a ciertos factores de la misma índole, y que el transcurso de las luchas de todo tipo y bajo diversas circunstancias propiciaron que se ubicaran perfectamente en lo que es hoy en día, los Estados Unidos, o sea América por excelencia y por la gracia de Dios, país relativamente nuevo y que se ha convertido, a lo largo del siglo XX en el verdadero depositario y adalid de las virtudes de la cultura occidental.

Manuel López de la Parra/ Periodista
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