Cómo medir la corrupción

En la Secretaría de la Función Pública opera la Unidad de Vinculación para la Transparencia que tiene, entre otras, la función de medir la corrupción para obtener la información necesaria para combatirla. La Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública gubernamental y el Instituido Federal de Acceso a la Información, constituyen dos herramientas útiles para garantizar el derecho ciudadano a la información pública, las que deben perfeccionarse, para continuar y ampliar su aplicación.

En materia de corrupción, fenómeno complejo y de múltiples facetas que complican su combate y son tema atractivo para los medios de comunicación y políticos que buscan ganar votos o acabar al adversario. El programa Nacional de Combate a la Corrupción y Fomento a la Transparencia y el Desarrollo Administrativo tiene entre sus tareas la de analizar índices y estudios internacionales a los que se les da seguimiento. Algunos de ellos son: el Índice de Percepción de la Corrupción de Transparencia Internacional reporta que México bajó del 72º lugar al 89º en el último sexenio. El Reporte de Integridad Global de The Center of Public Integrity. El Índice de Opacidad desarrollado primero por Price Waterhouse Cooper y después por el Grupo Kurtzman. El estudio Gobernance Matters del Instituto del Banco Mundial. El anuario Mundial de Competitividad del Institute for Management Development. El índice Latinoamericano de Tranaprencia Presupuestaria elaborado por la organización Fundar.

En cuanto a las mediciones nacionales, en los últimos cinco años han proliferado estudios realizados por universidades, organismos privados y organizaciones de la sociedad civil nacionales, algunos de los cuales proporcionan indicadores sobre transparencia y buen gobierno en los estados de la República.

En un reciente estudio de Transparencia Mexicana, la encuesta registró más de 115 millones de actos de corrupción en el uso de servicios públicos en los últimos 12 meses, poco más de 19 mil millones de pesos anuales en pagos de “mordidas” por servicios públicos a los hogares.

El reto ya no es medir la corrupción en México, lo importante ahora es utilizar los instrumentos y herramientas creadas, observar sus resultados y continuar juntos, Gobierno y sociedad, luchando por un México sin corrupción, un México transparente.

No es ningún consuelo que en los Estados Unidos, país que se precia de combatir la corrupción enérgicamente, se hayan dado los escándalos de Enron que ocultó una deuda de 22 mil millones de dólares; Arthur Andersen, despacho contable que la solapó, Worldcom, Serox, Tyco, Global Crossin, Adelphia y el gran fraude de efecto mundial con valores inmobiliarios que afectó nuestras finanzas.

No obstante, la corrupción seguirá existiendo, como seguirá existiendo delincuencia y narcotráfico, pero entre más empeño se ponga en combatirlo, tendremos una sociedad que se maneje con normas éticas que coadyuven a mejorar la convivencia. En la medida que tengamos gobernantes que en lugar de ser corruptos ayuden a combatir la corrupción, y ciudadanos empeñados en señalar todo acto de podredumbre y no prestarse al cohecho, viviremos con mayor tranquilidad espiritual y corporal.

LUIS JORGE CÁRDENAS DÍAZ / Contador Público Certificado.
Correo electrónico: luisjcardenas2@hotmail.com
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